Marcos Kulka de Fundación Chile: “Chile debe enfocar la investigación donde tiene escala”
El ejecutivo señala que los recursos públicos deben orientarse en ámbitos necesarios para el país como minería, astrodata y acuicultura. El segundo semestre crearán fondo de inversión de riesgo con foco en Agtech.
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El año pasado fue una época de cambios y definiciones para la Fundación Chile (FCh). Uno de los logros principales, explica Marcos Kulka, gerente general, fue alinear la estrategia para focalizarse en dos ámbitos que considera claves para el país: el desarrollo sostenible –crecimiento desacoplado de los recursos naturales críticos- y el desarrollo humano –cómo lograr una transición hacia una sociedad digital para que se creen más empleos que los que se van a eliminar-.
En materia de proyectos, concretaron iniciativas en minería, agua y energía, las que siguen con planes para este ejercicio. En el ámbito minero, por ejemplo, iniciaron el piloto de monitoreo del tranque de relaves El Mauro, al que se sumará un segundo piloto este año; lanzaron el fondo de inversión CLIN por
US$ 18 millones y el segundo semestre crearán uno nuevo enfocado en tecnologías para el agro. En materia hídrica elaboraron una radiografía del estado del agua en el país, y este año determinarán cuáles son las mejores soluciones costo- efectivas para abordar el problema en seis cuencas piloto.
Respecto del proyecto Tranque, Kulka señala que –con apoyo de la tecnología- busca mantener a la comunidad aledaña informada sobre el estado del tranque, lo que “simboliza el futuro de la nueva minería, de aquella que equilibra lo económico, social y medioambiental. Transparentar la información es un cambio de modelo y de paradigma para la industria, porque hoy no se sabe en qué condiciones están los relaves”, afirma Kulka.
-¿Cuándo van a replicar el piloto?
- Este año replicaremos el piloto en otro tranque. En Chile hay 110 tranques de relaves activos de un total de 740. Dado este número y la iniciativa Tranque, el Ministerio de Minería está trabajando en un marco regulatorio para los tranques activos e inactivos, que defina qué pasará con aquellos que quedaron en desuso una vez que las faenas cerraron. Una opción que se ha evaluado es que al otorgar un derecho minero, el receptor se haga cargo de algunos de los que no están operativos. Con el ministerio estamos trabajando con imágenes satelitales, para ver cuáles son esos relaves. La iniciativa del monitoreo es voluntaria y la información que genere servirá para dar curso a esta regulación que viene desde la proactividad del sector, lo que es bien importante.
-¿Cuáles son los planes de Expande, la plataforma de innovación abierta para la minería?
-Hoy hay cuatro compañías mineras que son parte del proyecto, BHP, AMSA, Codelco y en 2018 se incorporó Collahuasi. Las empresas lanzan sus desafíos y nosotros los conectamos con el mundo del emprendimiento y del capital de riesgo para buscar soluciones. Tenemos unos 530 proveedores y de ellos, son 30 los que ya han logrado contratos por US$ 250 millones.
Este año esperamos sumar a la Enami (Empresa Nacional de Minería) y el próximo desafío es incorporar a la mediana minería, -el tamaño de sus instalaciones es interesante para hacer pilotos- y a grandes proveedores, como Enaex y Komatsu. Y desde el mundo del emprendimiento, debemos sumar fondos de capital de riesgo asociados a la minería; ya tenemos a Aurus Capital, pero deberíamos sumar otros. Esto apunta a generar una industria de conocimiento a partir de la minería que llegue a volúmenes de US$ 4 mil millones. Este año va a ser un termómetro importante para ir viendo cómo avanzamos en función de esa meta.
Desarrollo sostenible
En 2018, FCh, en el marco de la iniciativa Escenarios Hídricos y conjunto con representantes del ecosistema vinculado al agua, lanzó la Radiografía del Agua, una foto del estado actual del recurso, que busca abordar el problema con una mirada técnica, más allá de los derechos de agua.
-¿Qué avances se verán este año?
-Durante 2019 vamos a plantear el costo-efectividad de las posibles soluciones, - como gestión del agua, integración de nuevas fuentes y desarrollo sistémico de cuencas– al menos, en estas seis cuencas. Esto dará información relevante a los tomadores de decisión en torno a cuál es la mejor solución para abordar una cuenca determinada, pues los problemas pueden ser diferentes -déficit de agua, calidad de agua o exceso de agua-, entonces, la solución debe ser por cuenca y sistémica para no contener un aspecto y afectar otro.
-¿Incorporarán innovación?
-Las soluciones deben ser costo-efectivas y considerar el impacto social. Nuestro fondo de capital de riesgo también contempla llamados para encontrar soluciones tecnológicas para optimizar el agua. La buena noticia es que entre el 70% y 80% del consumo del agua proviene del agro y las tecnologías aplicadas a este sector pueden generar una eficiencia de agua infinita. Agricultura de precisión, sensores, internet de las cosas, inteligencia artificial, casi todas son tecnologías disruptivas que el agro irá incorporando. En este sector es donde se pueden obtener mejoras, logrando eficiencias de hasta un 50%.
-¿Planean crear un nuevo fondo de inversiones?
- Con el fondo CLIN la FCh se dio cuenta de que hay un tremendo potencial para compañías que tienen que reinventar sus industrias. En 2019 seguiremos sacando nuevos fondos, crearemos uno nuevo en Agtech que vincule al agro con el mundo tecnológico, uno en alimentos y debiéramos tener un fondo más disruptivo asociado a capital humano y transformación digital, para avanzar en la formación de las personas respecto de la transformación digital.
Retos en I+D
-¿Dónde tendrían que estar los focos del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación?
-En lograr que exista más articulación entre el mundo universitario de la ciencia y el aparato productivo. Debe haber ciencia básica, porque genera los cimientos de la aplicada, pero deben existir incentivos para que los centros de investigación tengan una orientación en las necesidades que tiene el país. No es la industria la que va a decidir qué se investiga, pero sí puede dar una hoja de ruta de los requerimientos de ciencia y que son infinitos. Por eso, los recursos que se le den a la ciencia deben estar basados en esto. Y lo mismo para la formación de las personas, deben formarse en función de las necesidades. El ministerio debiera tener la métrica de impacto para definir el tipo de becas, de formación de las personas y el tipo de vinculación que debe tener la ciencia con el mundo productivo.
-¿Y por donde debería ir la investigación?
-Chile debe investigar donde tiene escala y áreas asociadas a nuestras hojas de ruta. Por ejemplo, en minería, en astronomía –una herramienta donde se puede desplegar la inteligencia artificial y nuevos modelos desde Chile para el mundo-; acuicultura, donde tenemos el desafío de alimentar a la población creciente, pero necesitamos un montón de ciencia para crear especies que sean resistentes a enfermedades, para definir cuáles son las tasas de recarga del mar, cómo se monitoreará el cambiante ecosistema marino, es decir, hay tantos temas que desconocemos donde la ciencia es crítica.
-¿Cuánto debiera crecer la inversión en I+D? Hoy es de 0,38% del PIB y qué porcentaje debería provenir del sector privado?
-Es sabido que la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) es baja y que la torta está invertida, porque el 60% proviene del mundo público. Pero hay una cantidad de investigación que se hace en empresas que no hay forma de monitorear y que muchas veces no está conceptualizada como investigación. Con esto no quiero decir que no es bajo, es súper bajo. En los países desarrollados tienen una tasa de inversión mayor del PIB, -2,5% es el promedio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, (OCDE)- y los privados invierten más que el sector público. Dado el desafío que tiene Chile para alcanzar el desarrollo, es imposible que invierta una tasa menor a 1% del PIB en I+D para lograrlo.
-¿Y cómo se logra?
-Tenemos que sacar las cuentas para llegar a ese 1% y ver cuáles son las industrias de mayor escala que tienen más requerimientos en I+D. Estas deben considerar en sus planes cuánto es la investigación que van a tener que aplicar para alcanzar parte de ese desarrollo. Hasta ahora, las empresas chilenas han estado cómodas a través de sus ventajas comparativas de competir en el mundo y porque el Estado siempre ha estado generando incentivos a la I+D. Se tiene que tener una hoja de ruta y una visión estratégica desde el nuevo ministerio, pero el gran deudor de este aumento en la tasa es el mundo privado.
Interés en licitación del Instituto Tecnológico del Litio
A fines de noviembre Corfo lanzó la primera fase de la licitación del Instituto Tecnológico del Litio -nombre que aún no está definido-, que se financiará con el royalty del litio de SQM y que busca crear valor agregado para esta industria en energía solar, minería verde y materiales para la electromovilidad.
En junio se abren las postulaciones y Marcos Kulka adelanta que la intención de FCh es participar en un grupo ampliado donde estén todos los que complementan lo que se requiere para este nuevo instituto.
"Hay muchas compañías -de industrias como la energética, minera, proveedores mineros, por ejemplo, de utilización de hídrogeno- que estarían interesadas en participar, pero con el fin de que se genere desarrollo para los temas reales que necesitan las distintas industrias", señala.
El ejecutivo comenta que desde que se inició el proceso, el ecosistema está muy activo, "hay múltiples conversaciones entre los actores. Este va a ser uno de los grandes temas para Chile en 2019, es una de las licitaciones de mayor volumen que ha realizado la Corfo con
US$ 193 millones a diez años".
Plantea que uno de los problemas mundiales es el aumento de emisiones de Co2, y que desde este instituto se podrían desplegar soluciones para abordarlo con todo lo que tiene que ver con la electromovilidad, la incorporación del hidrógeno a temas de almacenamiento de energía, de generación de energía térmica y la generación de combustible a partir de la energía solar.
"Chile puede ser un proveedor de proteína animal crítico"
Marcos Kulka señala que el aumento exponencial de la población mundial -que llega a los 9 mil millones de habitantes- genera muchas limitantes en materia de agua, energía y alimentos y "Chile puede ser un proveedor de proteína animal crítico".
"La industria salmonera batió récords en términos de cifras con US$ 5 mil millones, más de 850 mil toneladas, por lo tanto, el país sigue siendo un actor importante de proteína animal, donde la acuicultura es lo más eficiente si se compara con la producción a partir de bovinos".
En este contexto, señala que Fch tiene proyectos en repoblamiento con especies cultivadas en hatcheries (criaderos) que "dan sustento productivo a varias caletas de pescadores", y en el desarrollo de semillas de moluscos que tienen ciclos más cortos, en ostras, ostiones y almejas.
"Si hubiera un poder comprador público para desplegar la tecnología que tenemos y a partir de esos desarrollos regenerar parte de los océanos –como se hace en reforestación con incentivos tributarios-, podríamos ser un actor clave, porque tenemos la tecnología para hacerlo y para contribuir con un objetivo medioambiental y con desarrollo productivo más allá de Santiago.