Energía

Experto cuestiona la eficacia del plan de descarbonización del gobierno: “no tiene consecuencias desde el punto de vista de la reducción de emisiones”

El director de Breves de Energía y académico de la UC realizó un estudio que, entre sus conclusiones, muestra que sería más efectivo poner un precio a las emisiones que reflejara su costo social.

Por: Karen Peña | Publicado: Miércoles 9 de junio de 2021 a las 13:25 hrs.
  • T+
  • T-
Foto: Julio Castro
Foto: Julio Castro

Compartir

"La primera etapa del plan de descarbonización lanzado por el Ministerio de Energía no ha tenido mayor efecto, al menos, hasta el año 2024, que corresponde al último año programado. Por el otro lado, los precios al CO2 definidos por este mismo organismo no concuerdan con los estudios internacionales al respecto".

A dos años de impulsarse un plan de descarbonización con un cronograma concreto, el director de Breves de Energía y académico de la Universidad Católica, Cristián Muñoz, analiza los efectos de la medida y qué alternativas serían más efectivas. Esto, como parte de una investigación publicada en el Journal de Investigación de esa casa de estudios, titulado "Descarbonización de la generación de electricidad en Chile", elaborado por Muñoz junto a los estudiantes Victoria Frohlich y Juan José Irigoin.

Imagen foto_00000007

El documento plantea cinco escenarios. El primero corresponde al caso base donde el carbón seguirá como está hoy, si no se hace nada. El segundo es idéntico al anterior, pero considera disponibilidad de gas natural argentino, clave para desplazar la generación a carbón. Y el tercero agrega el plan de descarbonización definido por el gobierno en junio de 2019.

Los otros dos van más allá y analizan lo que pasaría si en lugar de un plan de descarbonización, se pusiera un precio a las emisiones de CO2 igual al costo social, creciendo linealmente de US$ 5 la tonelada en el año 2017, hasta US$ 14 en el 2030. En este caso, el precio no sería suficientemente alto como para provocar que la generación a carbón sea reemplazada por tecnologías de menos emisión. Sin embargo, en el quinto escenario, se supone un precio más acorde con las estimaciones internacionales, ascendiendo linealmente de 40 USD/ton al año 2020, hasta 50 USD/ton al 2030.

"De las alternativas presentadas, la que produce una descarbonización más rápida es la asignación de precios al CO2 concordantes con su costo social estimado internacionalmente. Esta limita la generación a carbón desde el primer año y no genera un falso comienzo", sentencia el estudio que Muñoz desmenuza en esta entrevista.

- ¿Por qué el estudio concluye que el efecto del plan de descarbonización sería nulo?

- Ese plan lo que hace es retirar principalmente centrales a carbón ineficientes, que son caras y que, por tanto, tienen muy poco despacho, por lo que estas unidades prácticamente no operan. Cuando se hace una proyección de la generación por cada una de las tecnologías y por cada una de las centrales en los próximos 10 años, esas centrales a carbón que forman parte de este plan de retiro prácticamente no generan ni emiten. Es decir, el sacarlas o no, prácticamente no tiene impacto.

- ¿Seleccionar y retirar centrales más nuevas era la única forma para que el plan fuese realmente efectivo para el sistema?

- El plan de descarbonización del 2019 incluye prácticamente el mundo de las centrales que son muy caras y que están prácticamente apagadas. Por eso no tiene mayor impacto desde el punto de vista de reducción de emisiones de carbono.

¿Qué es lo que tendría más impacto? Dar cuenta del verdadero costo social del carbono (daño que produce el carbono en la atmósfera). Esto se lograría a través de un precio del CO2 coherente con su costo social, que está del orden de US$ 40-50 al final de esta década.

A la par, si se retiran estas centrales a carbón, se tiene que ingresar tecnología que la reemplace. Las renovables que operen 24/7, si bien existen, son demasiado caras para que entren en forma económica en el sistema. Así, el gas es la energía primaria que en la transición viene a reemplazar el carbón. Por esto, es súper importante el tema de la disponibilidad de gas que exista, ya que Chile este energético, sino que lo compra a través de gas natural licuado o gas natural argentino. La descarbonización resulta relativamente barata en la medida que dispongas de gas barato y éste viene principalmente de Argentina.

- ¿Qué le parece esta iniciativa del gobierno de cerrar algunas centrales?

- Ese plan de descarbonización no tiene consecuencias desde el punto de vista de la reducción de emisiones, ni desde el de la seguridad del suministro. Con algunas excepciones, pero la mayoría de las centrales que están incluidas en ese plan, al ser ineficientes, tienen muy poco impacto en el suministro del sistema y en las emisiones. Por tanto, es bastante inocuo. Es más relevante cuando empiezas a retirar a centrales a carbón eficientes. Es un poco lo que plantea el proyecto que está en el Congreso, que considera retirar todas las centrales a carbón al 2025.

- Pero el Coordinador Eléctrico ha señalado que es apresurado y que no están las condiciones del sistema para permitir esto...

- También creo que una solución inadecuada, porque una política climática tiene que ser eficiente en el sentido de que logras la meta de reducción de emisiones al mínimo costo posible. La forma correcta de hacerlo es a través de la señal de precios. Cuando introduces el precio del carbono en la generación de electricidad, inmediatamente llega esa señal en la forma de señal de inversión. Dado que está incluida la componente del precio del carbono, es atractivo para las centrales con menos emisiones entrar al sistema, de modo que vas produciendo una descarbonización eficiente. Si quieres reducir emisiones, lo más efectivo es imponer un precio al CO2. 

- ¿Y bajo qué modelo tendría que haber sido ese cierre de centrales entonces... conversando con las más eficientes?

- Ese límite lo pone el mismo precio al CO2. En la medida que pongas un precio al CO2, el mismo precio va diciendo cuáles son las centrales que van a ir saliendo, independiente de si tienes ese plan o no.

- ¿Y aumentar el impuesto a las emisiones tampoco hubiese sido efectivo?

- Depende del impuesto. Si mantienes el impuesto de los US$ 5 por tonelada de CO2 no pasará nada. Será retórica. Si subes el impuesto al CO2, pero poco y no coherente con el costo social del CO2, también puedes que reduzcas, pero no va a ser  relevante.

- ¿Cómo ve los incentivos para reemplazar esa capacidad, ya sea de gas, hidroeléctrica, fotovoltaica? ¿Se ve algún riesgo?

- Todo depende de cómo lo hagas. Depende de cuáles son las emisiones que quieres reducir, cuántas son las emisiones y cuál es la meta del país. Por ejemplo, si el país se impone tener cero emisiones de CO2 en la generación de electricidad de aquí al 2030, necesitas un precio al carbono superior a los US$ 40.

Si tu meta es reducir drásticamente las emisiones al 2025, sí lo puedes hacer. Puedes sacar toda la generación a carbón que es lo que considera, pero no es seguro quién va a reemplazar, porque no es seguro que la señal de precio va a llegar a los inversionistas de modo que puedan reaccionar a tiempo.

Hay que tener mucho cuidado en la meta y en que existan la señales de inversiones necesarias y la anticipación necesaria para que los inversionistas reaccionen y puedan entrar con la generación que viene.

- Uno de los aspectos en los que trabaja el gobierno es en la estrategia de flexibilidad. ¿Se están dando las garantías suficientes para que esta irrupción renovable pueda actuar de la mejor manera?

- La flexibilidad es un complemento de la descarbonización, porque das señales, principalmente de precios, de modo que la generación renovable se empiece a incorporar. La piedra filosofal de la descarbonización es que tú des la señal de que emitir el carbono tiene un costo, no cualquier costo, uno social. Lo que está sucediendo en Chile hoy es que tienes un precio al CO2 que es solo US$ 5, que es prácticamente retórico, que no tiene impacto a nivel de generación, tanto es así que el Coordinador ni siquiera lo usa, no grava a las centrales termoeléctricas con ese precio al carbono en el spot.

Lo más leído