Rolls-Royce
tuvo un beneficio de 915 millones de libras (unos US$ 1.422 millones) en 2009,
lo que supone un incremento del 4% frente a 2008, a pesar de la
coyuntura económica adversa y de los retrasos en la mayoría de los programas de
aviación.
Este
aumento del beneficio por sus actividades continuadas, que supera los 868
millones de libras (US$ 1.349 millones) que preveían los analistas, se debe al
éxito en la captación de nuevos clientes y al esfuerzo por contener los costos,
según el informe remitido hoy por la compañía a la Bolsa de Londres.
La
facturación del segundo mayor fabricante de motores del mundo durante el pasado
año sumó 10.400 millones de libras (unos US$ 16.000 millones), el 14 % más que
en 2008, cifra que la empresa confía en mantener en 2010 pese a las condiciones
del mercado todavía complicadas.
El director
ejecutivo de la compañía, Sir John Rose, cree que estas cifras son
"sólidas" y demuestran la "resistencia de su negocio".