Con el precio del cobre por debajo de US$ 1 la libra, Minera Los Pelambres “surgió de una idea que parecía imposible”. Así se recuerda en Antofagasta Minerals el inicio de la mina a rajo abierto, la misma que este pasado 5 de abril cumplió 25 años operando en el Valle del Choapa, Región de Coquimbo. Y va, al menos, por otros 25.
Según contó el CEO del brazo minero del grupo Luksic, Iván Arriagada, la familia de Andrónico Luksic Abaroa comprometió todo su patrimonio para impulsar el proyecto de gran minería, “algo que ninguna empresa de capitales chilenos había desarrollado hasta ese momento”.
Anota varios hitos. Por ejemplo, fue la primera compañía en integrar energías limpias a su matriz energética y hoy el 100% de la energía eléctrica que utiliza proviene de fuentes renovables; también fue precursora en desalinización y se convirtió en la primera minera de la zona central en utilizar agua de mar.
Sin embargo, a diferencia de “la minería del desierto”, Los Pelambres se ubica en plena zona agrícola, donde convive con otros sectores productivos y 42 comunidades. La relación con ellas ha ido de menos a más, dicen cercanos a la compañía, donde los bloqueos de rutas y movilizaciones son poco frecuentes en la actualidad, comparado con lo que sucedía en
años anteriores.
Hoy, 7 de cada 10 personas que trabajan en la compañía viven en la Región de Coquimbo y un 30% son mujeres.
De acuerdo a la firma, Los Pelambres representa el 25% del PIB de la Región de Coquimbo y cerca del 70% de las exportaciones regionales. En 2024, la minera generó para el Estado US$ 432 millones en impuestos, de los cuales US$ 159 millones corresponden al royalty minero.
Por otros 25 años
A través de tres iniciativas que están en distintas etapas de desarrollo, Los Pelambres ha comprometido inversiones por más de US$ 5.000 millones para proyectar su operación en el tiempo, con agua desalinizada y energías renovables.
Los permisos de la mina vencen en 2035, por lo que Antofagasta
presentó en diciembre de 2024 un proyecto para extender su vida útil más allá de dicha fecha, específicamente, hasta el 2051.
El Estudio de Impacto Ambiental contempla una inversión de US$ 2.000 millones y según comentó el CEO de Antofagasta Minerals, Iván Arriagada, “
esperamos que se demore entre 2 y 3 años en su tramitación”.
Por otro lado, la compañía avanza en la construcción del Proyecto de Adaptación Operacional (PAO) de US$ 1.000 millones, el que duplicará la capacidad de desalinización, pasando de 400 a 800 litros por segundo, con lo que Los Pelambres operará con más del 90% de agua desalinizada y recirculada. Se proyecta que dichas obras se completen en 2027.
Dicha iniciativa tuvo como precedente el
Proyecto de Infraestructura Complementaria (INCO) de
US$ 2.200 millones, que permitió la construcción de una planta desalinizadora -la primera en la zona central y la más austral que tiene el sector minero chileno- en Los Vilos, con una capacidad de 400 l/s de agua desalinizada.
Actualmente, la firma trabaja con la Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas Públicas para colaborar en un proyecto público-privado que permita usar parte del agua que se capta del mar en beneficio de la comunidad.
RCA favorable para Zaldívar
“Es una tremenda noticia”, dijo el CEO de la compañía. “Es muy bueno que se haya aprobado. Hoy que se habla tanto de los permisos y existe un acuerdo en que tenemos que mejorar el sistema, este es un buen ejemplo para tener como referente para los cambios que hay que hacer”.
Cabe recordar que el proyecto de extensión de vida útil se presentó a evaluación ambiental el 23 de junio de 2023 y estuvo 687 días totales en evaluación, cuando el promedio para un EIA fue de 995 en 2024.