Era solo cosa de tiempo, hasta que Trump lo hiciera de nuevo y remeciera al mercado del cobre mundial. Sin embargo, el adelanto que hizo a inicios de año sobre su amenaza de imponer aranceles a las importaciones del metal rojo en EEUU, permitió a las mineras productoras con sede en Chile que envían cobre a la primera economía adelantarse; y ¡vaya que lo hicieron!.
Según datos de ProChile solicitados por DF, los envíos de metal rojo chileno a EEUU alcanzaron los US$ 4.082 millones en el primer semestre, registrando un aumento del 122,7% respecto al mismo periodo del año anterior. Dicho monto representa el 72% del total exportado al mercado estadounidense en todo 2024, equivalente a US$ 5.657 millones.
El mayor dinamismo hacia el norte del continente y un precio promedio para el commodity, de US$ 4,29 la libra (un 3,8% más alto que en el primer semestre del año pasado), llevaron a las exportaciones totales del metal “made in Chile” hasta las US$ 26.032 millones entre enero y junio: un incremento del 13,4% interanual.

El movimiento en favor de EEUU fue advertido incluso en marzo por este medio, cuando informó sobre los acopios de cobre chileno que se estaban monitoreando en puertos norteamericanos debido al adelanto de compras del mineral como anticipo a los aranceles, fenómeno conocido como frontloading.
Lo anterior se ve reflejado nítidamente en el detalle de los envíos de cobre nacional según empresas entre enero y abril de este año versus el mismo lapso del año previo (ver gráfico), lo que evidencia un incremento del 157% en el monto enviado: desde US$ 985 millones en 2024, hasta los US$ 2.536 millones en 2025, según datos recopilados por Plusmining para esta nota.
Así, en el periodo mencionado, Codelco, principal proveedor del metal rojo en EEUU, aumentó sus exportaciones a dicho país en un 117%. Con US$ 855 millones, la estatal representó el 34% del cobre chileno que llegó hasta las bahías de la potencia norteamericana.

Destaca también el alza de 315% de Minera Spence de BHP, que pasó de US$ 70 millones enviados en los primeros cuatro meses de 2024 a un total de US$ 291 millones entre enero y abril de 2025.
Y solo para dimensionar con otros casos: Escondida aumentó un 169%, Zaldívar (grupo Luksic) pasó de cero a US$ 148 millones y Centinela (grupo Luksic) de US$ 4 millones a US$ 120 millones.
En síntesis, todas las cupreras con sede en Chile redireccionaron sus envíos por el Pacífico hacia el norte, llevando a EEUU a concentrar el 16% de las exportaciones de cobre chilenas en el primer semestre, por sobre el 10% que alcanzó en 2024.
“No está claro si esa tarifa se aplicará a todos los productos de cobre ni sabemos si habrá excepciones a algunos países como el nuestro. Lo único claro es que la demanda de cobre está creciendo a tasas del 3% este 2025, mientras que la producción no está creciendo”. Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco.

“Nos preocupa el efecto indirecto que este tipo de anuncios pueda tener sobre los precios internacionales y sobre el clima de inversión global (...) La amenaza de una nueva guerra comercial entre grandes potencias introduce volatilidad y eleva la incertidumbre sobre la demanda futura de cobre”. Jorge Riesco, presidente Sociedad Nacional de Minería (Sonami).
Gremios y Codelco reaccionan a anuncio
“No debe olvidarse que EEUU no tiene la capacidad de autoabastecerse de cobre”, comentó tras la noticia del arancel del 50% el presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Jorge Riesco.
Lo mismo marcó el presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino: “la capacidad productiva interna de EEUU es limitada”.
Según el US Geological Survey, la producción de cobre del país alcanzó 1,1 millones de toneladas en 2024, mientras que el consumo interno superó los 1,6 millones, de los cuales 36% provinieron de Chile.
Riesco consideró que la nueva ofensiva de Trump “responde más a una táctica de negociación que a una política comercial sostenible” y remarcó que “no existen fundamentos técnicos ni estratégicos que justifiquen una medida de este tipo hacia Chile”.
Villarino, por su parte, hizo un llamado a la cautela, pero anticipó impactos en la cadena de suministro cuprífero de EEUU.
Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco, hizo hincapié en que, hasta ahora, no ha existido una comunicación oficial de la Casa Blanca respecto a la medida y que “no está claro, por ejemplo, si esa tarifa se aplicará a todos los productos de cobre, incluidos los cátodos, ni sabemos si habrá excepciones a algunos países como el nuestro”.
“Lo único claro -agregó- es que la demanda de cobre se está incrementando a tasas de 3% a nivel global este 2025, mientras que la producción no está creciendo”.
Dado lo anterior, Pacheco enfatizó que el mundo y EEUU “necesitarán cada día más cobre para enfrentar la transición energética y Codelco, como la mayor productora a nivel mundial, somos y seguiremos siendo un proveedor seguro y confiable, por lo que estamos muy tranquilos”.
Principales impactos
En el corto plazo, “se espera que el efecto principal se traduzca únicamente en mayores precios y un crecimiento temporal de la demanda”, analiza Juan Cristóbal Ciudad de Plusmining.
“La verdadera adaptación debería producirse en un horizonte más largo, cuando la producción interna de Estados Unidos se expanda y, en consecuencia, disminuyan sus necesidades de importar cobre desde países como Chile”, sostiene.
Juan Ignacio Guzmán, CEO de GEM Consulting, afirma que mientras no se materialice el nuevo gravamen, el precio del metal se elevará por sobre los US$ 5 la libra, incluso -dice- podría superar los US$ 6.
“Por el delta del precio adicional, Chile podría recibir algo así como US$ 300 millones adicionales en exportaciones, que podrían tener un impacto de aproximadamente de 0,1 puntos en el PIB de todo 2025, elevándolo de 2,3% a 2,4%”, calcula, aunque marca que todo dependerá de cuándo la “dudosa amenaza” termine por materializarse.
“Evidentemente a Chile le conviene vender lo más posible a EEUU en el corto plazo”, subraya este experto.
Por su parte, Álvaro Merino, director ejecutivo de Núcleo Minero, sostiene que “si se impone restricciones al ingreso de cobre chileno a Estados Unidos, habrá que aplicar las disposiciones sobre solución de controversias que establece el Tratado de Libre Comercio vigente desde el 1° de enero de 2004 y evaluar otros mercados donde colocar nuestro principal producto minero”.
En ese sentido, dice que el arancel podría llevar a Chile a mirar más hacia el Asia, donde países como China, Japón y Corea del Sur concentran más del 70% de los envíos de cobre de la minería nacional.
Juan Cristóbal Ciudad comenta al respecto que “a medida que la producción interna estadounidense aumente y, con ello, disminuyan sus importaciones, es natural que este material se redestine hacia otros mercados” y menciona especialmente India, China y Europa.
Respecto al impacto en los fundamentos del cobre, Guzmán y Ciudad recalcan que no hay que olvidar que el reciente aumento de precios ha sido impulsado por frontloading y no por un crecimiento real de la demanda final, por lo que es esperable que en el corto plazo esto no tenga un efecto significativo sobre la oferta de cobre. En cambio, en el largo plazo, sí podría incidir al incentivar la producción y el procesamiento interno en EEUU, lo que terminaría por ampliar la base productiva global.
Lo anterior, ante un mercado con estrechez y rigidez para expandir su capacidad productiva, dice Ciudad, “vendría más bien a aliviar la tensión existente, sin llegar a transformar el mercado en uno de abundancia”.
Todos los expertos concuerdan en que una de las principales preocupaciones de la aplicación de aranceles por parte de Estados Unidos y un escalamiento de la llamada guerra comercial entre los dos gigantes del planeta, es el impacto que puede generar en el comportamiento de la economía mundial, lo que provocaría un efecto dominó en todas las industrias y, especialmente, en el desempeño del sector cuprífero del mundo.