¿Por qué Zidane tiene más poder que Twitter o Apple?
La figura humana tiene una protección especial, ya que entran en juego derechos de imagen y honor.
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Las curiosas alas de los ángeles de Victoria Secret, la manzana mordida de Apple o el estiloso Mountain bluebird de Twitter son logotipos inconfundibles para la gran mayoría de la población o, al menos, para los consumidores de este tipo de productos.
Todos estos casos son siluetas que han conseguido la notoriedad y distintividad suficientes para ser protegidas, pero ¿qué pasa con las figuras de personas? “El principal problema no es ver si se admite como marca o no, sino que implican derechos de imagen y de honor de la persona que sale en ellas”, alerta Lilyana Georgieva, abogada del departamento de marca internacional del estudio español Pons IP, quien señala que para prohibir su uso o su registro no hace falta que sea lo suficientemente distintivo, sino que la persona afectada se reconozca y no quiera que se use su cara o su cuerpo.
Un buen ejemplo es el cabezazo que Zinedine Zidane, actual entrenador del Real Madrid, le propinó a Marco Materazzi en una trifulca durante la final del Mundial de 2006 celebrado en Alemania. Un empresario chino lo registró para ropa, zapatos y productos varios como bebidas o alimentos, pero si el exfutbolista francés quisiera parar su comercialización “es muy probable” que las autoridades europeas le dieran la razón, ya que es algo de lo que se ha arrepentido en múltiples ocasiones tras el incidente. No en vano, la abogada de Pons IP recuerda que “el derecho a la imagen y al honor es fundamental e inherente a la persona y tiene una protección especial, mientras que el derecho de marca es un tema meramente mercantil”.
La cosa cambia cuando un personaje famoso ha autorizado la difusión. Es el caso de Michael Jordan, cuya imagen estampada en zapatillas, camisetas y ropa deportiva sigue siendo uno de los productos que más ingresos le da a Nike. La línea Air Jordan, que incluye hasta emoticones para el teclado del móvil con el inconfundible 23 que portaba en su camiseta como dibujo estrella, se distribuye gracias a un contrato privado multimillonario de cesión de derechos de imagen.