Luego del crecimiento sorpresivamente robusto mostrado por Colombia a comienzos de año se espera que la economía se haya desacelerado en el segundo trimestre a un ritmo más próximo a su potencial, en torno a 5%. A pesar de la ralentización, la nación continuará siendo la de mejor desempeño en la región.
Mañana se publicarán las cifras del PIB entre abril y junio y los analistas encuestados por Bloomberg proyectan que la actividad pasará desde una expansión anual de 6,4% en el primer trimestre a 4,7%.
En un informe publicado el viernes, los analistas de Morgan Stanley aseguraron que habrá una “moderación significativa” en el segundo trimestre. Si bien esto refleja en gran parte menos días trabajados debido al feriado de Pascua, incluso el crecimiento ajustado debería desacelerarse desde el “ritmo insostenible” entre enero y marzo.
Los expertos detallaron que probablemente disminuyó la demanda doméstica, particularmente la inversión fija luego del salto exhibido en el trimestre anterior, y las exportaciones deberían repuntar después de las interrupciones de inicios de año.
La consultora Capital Economics también prevé un enfriamiento de la demanda interna debido al fin del auge de las materias primas. Esto debería hacerse más notorio en el segundo semestre y en 2015, según Edward Glossop y David Rees.
Por su parte, Ana Fernanda Maiguashca, co-directora del banco central, declaró recientemente que la evidencia entre abril y junio era “ambigua. Existen algunas variables que parecen indicar que estamos viendo la esperada desaceleración”.
Maiguashca acotó que la producción de cemento y los permisos de construcción estuvieron “muy fuertes”, pero la producción industrial no fue muy robusta.
De acuerdo a la co-directora, la economía está comenzando a mostrar señales de reacción frente a los cambios en la política monetaria.
Cerca del potencial
Tras la sólida expansión en el primer trimestre –fue el nivel más alto en más de dos años–, el banco central decidió en abril comenzar un ciclo de ajuste. En agosto, la entidad elevó por quinto mes consecutivo la tasa de interés para dejarla en 4,5%.
“La junta cree que esto nos permitirá mantener la inflación y las expectativas de inflación cerca de la meta, y a la economía creciendo sin exceso o escasez de capacidad productiva”, declaró tras la reunión el gobernador José Darío Uribe.
Días después, la autoridad les explicó a los legisladores que el aumento “no es para contraer la economía, sino para evitar que el gasto y la deuda se salgan fuera de control”.
En esa línea, el ministro de Finanzas Mauricio Cárdenas afirmó que “básicamente, la nación ha alcanzado su objetivo de inflación de 3%, y un crecimiento de 5%, que es lo que todos queremos”.
Los precios a los consumidores se aceleraron en agosto 3,02% anual, con lo que se puso fin a un período de inflación por debajo de la meta que se prolongó durante 22 meses.
Cárdenas añadió que la economía ha logrado un “gran equilibrio” en cuanto al empleo, la producción y la inflación, y por esto mismo “las actuales condiciones no necesitan ser modificadas”.
En tanto, el codirector del banco central Carlos Gustavo Cano describió el actual escenario como un “nirvana de la política pública”, ya que la inflación está en la meta y el país está creciendo a su tasa potencial.
Si bien el presidente colombiano Juan Manuel Santos hizo un llamado para que el instituto rector no siga subiendo los tipos, la mayoría de los economistas vaticina al menos un incremento más hasta 4,75%. Algunos, como Nomura, creen que las tasas podrían llegar a 5%.
Con todo, el PIB local registraría un avance de 5% este año, según los analistas sondeados por Bloomberg. De esta manera, Colombia superaría el ritmo de crecimiento de las principales economías de la región.
