Marina Silva está bajo ataque, cansada de defenderse de lo que ella llama el “bombardeo” de los adversarios y frustrada por no poder debatir sus propuestas. La candidata presidencial del Partido Socialista Brasileño (PSB) perdió la delantera que tenía en la segunda vuelta de las elecciones, según las últimas encuestas, pero no se siente acorralada.
Silva ataca a la presidenta Dilma Rousseff diciendo que en su gobierno “las cosas están tocando fondo” y que la crisis energética del país es responsabilidad de su adversaria.
- Si es electa ¿cuál será la primera medida de su gobierno?
- Si gano, la primera medida ya se habrá logrado para la sociedad brasileña: renovar los procedimientos en la política y contribuir a renovar la política. Y la parte más importante, romper la polarización del Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB) para establecer un gobierno basado en un programa y no en un cheque en blanco, que luego buscará la gobernabilidad en base a la repartición de las piezas del Estado. Este gobierno programático tiene la visión de mantener los logros ya alcanzados por la sociedad brasileña. Un logro importante es el 10% para la educación, que vamos a implementar sin desvíos de recursos y anticipando la meta en cuatro años, de universalizar la educación a tiempo completo. Vamos a enviar, en el primer mes de gobierno, una propuesta de reforma tributaria al Congreso sobre la base del principio de la justicia tributaria, la transparencia y la simplificación.
- Los compromisos que asumió implican gastos de 140 mil millones de reales, según cálculos del PT, y 157 mil millones, según el PSDB ¿Cuáles son las cálculos de su partido y cómo pretende costearlo? ¿Provendrán, como dijo a Valor el economista Eduardo Giannetti, sólo después del ajuste?
- Lo que Giannetti estaba diciendo es que estas cosas pasarán juntas. Pero hay un cálculo que hay que hacer antes y que el PT y el PSDB no están haciendo: el cálculo negativo de no invertir en salud, educación, seguridad, transporte digno, calidad de vida y servicios que los brasileños están cargando. Esta cuenta negativa que presentan, que nada de esto será realizable, la sociedad tiene que empezar a percibirla. ¿Cómo es que alguien quiere gobernar para dejar todo como está? Estamos tomando una opción.
- ¿Cuáles son estas opciones?
- Una reducción de un punto porcentual de las tasas de interés, la tasa Selic, significa cerca de 25 mil millones de reales. Este dinero circulando en la economía alimenta el proceso que nos ayuda a ir creando el espacio fiscal para las inversiones. La lucha contra la corrupción que hoy abunda en el gobierno nos ayudará a tener el espacio fiscal para priorizar lo que importa. La eficiencia del gasto público, evitando proyectos que comienzan con 6 mil millones de reales y después llegan a 15 mil millones o 20 mil millones de reales, nos ayudará a tener recursos para invertir en las decisiones que tomamos.
- ¿Y el Consejo de Responsabilidad Fiscal?
- Es para hacer todo con responsabilidad, para que las cosas pasen sin descontrol. Cuando la inflación vuelve, el crecimiento baja y el país pierde credibilidad. Eso daña hasta los logros ya alcanzados.
Autonomía del banco central
- Una crítica que se hace a su propuesta de independencia al banco central es que sería dar todo el poder al mercado ¿Por qué la opción?
- El presidente Lula, cuando ganó la elección, quiso dar una señal fuerte a la sociedad brasileña de que los instrumentos de política macroeconómica se mantendrían. Lo hizo con una Carta a los Brasileños, invitando a Meirelles (Henrique Meirelles, ex presidente del banco central), y durante su primer gobierno tuvimos el cumplimiento de esas metas. En el segundo gobierno, las cosas se fueron depreciando. El gobierno de la presidenta Dilma está tocando fondo. La autonomía de facto que el banco central conquistó, ahora está completamente desacreditada. Dado este descrédito, la baja inversión en nuestro país provoca que tengamos el pobre crecimiento que ostenta el gobierno. Cuando las demás economías del mundo comienzan a recuperarse del tsunami que las azotó -y que el gobierno decía que era apenas una olita- Brasil tiene un tsunami por no haber hecho sus tareas. Está pagando el precio de la arrogancia de quien no reconoce los problemas. La autonomía del banco central hoy es para recuperar credibilidad, para que el país vuelva a tener inversión, vuelva a crecer.
- ¿Cuál es el mejor formato para la independencia del banco central? ¿Cuidaría sólo la meta de inflación o también una meta de empleo?
- Estamos investigando cuál es la mejor forma. Este modelo al que se refiere es el estadounidense. Un banco central autónomo es para que no suceda lo que pasó con Petrobras. En lugar de estar al servicio de la sociedad para ayudar a controlar la inflación, preservar el empleo y las inversiones, se colocó en la lógica del poder por el poder. Un banco central autónomo ayudará al país a recuperar su credibilidad. Nada de eso sería necesario si no fuera por la degradación de la política económica. La inflación alta perjudica el salario de los trabajadores. Un país que no crece perjudica al empleo. Un país que coloca el futuro de sus hijos al servicio de un grupo político que parece no tener límites en la disputa del poder, causa que en el mediano a largo plazo, se pueda perder todo lo que se conquistó, como en el caso de las políticas sociales y los avances económicos. Lo que estamos haciendo en Brasil es debatir. No vamos por la lógica de ganar a cualquier costo y cualquier precio.
- ¿Cómo pretende elevar el superávit primario? ¿Con un alza de las tasas o un recorte de gastos?
- Se combinan varias políticas. La eficiencia del gasto público: una mayor eficiencia, integración y planificación de los proyectos generará un gran ahorro. Aplicar una política de reducción de tasas generaría un proceso virtuoso en la economía. Tener la actitud para evitar la ampliación de la máquina pública. Y es posible hacer una gestión competente valorizando los cuadros de funcionamiento público y haciendo una combinación con los que están en la iniciativa privada y en la academia. Queremos estimular un nuevo modelo de gestión. Se aplicará una reducción de los ministerios a partir de criterios altamente rigurosos, sin perjuicio de los servicios y de lo que la sociedad espera del Estado.
Propuesta energética
- ¿Cómo funciona el cambio en el modelo de exploración de petróleo, de concesión para compartir?
- Lo que está hecho está hecho, fue aprobada una ley en el Congreso y la ley debe ser implementada. El PT está diciendo una mentira en relación con el presal. Nosotros queremos explorar los recursos del presal porque en ningún lugar del mundo existe la tecnología que nos permita prescindir de los recursos del petróleo. Pero lo que el PT quiere obligarnos a decir es que no se puede invertir en tecnología limpia, renovable y segura, que vamos a desistir del etanol. Eso no lo vamos a decir. Es posible hacer ambas cosas.
- La presidenta Dilma criticó su propuesta de energía. Dice que no es posible hacer el cambio de matriz de forma rápida
- ¿Quién dice que hay que hacerlo rápido? Dilma fue ministra de Minas y Energía, jefa de gobierno, presidenta y dice que no se puede hacer con el argumento de que no se puede hacer de la noche a la mañana. No se hará nunca si no se empieza. No se hará si continúa dejando que el equivalente a tres o cuatro Belo Montes continúen sin inversión en el proceso de cogeneración de uso de bagazo y de palma de caña de azúcar. No se hará si no se invierte en energía solar y eólica. No se hará sin las líneas para que la energía producida pueda ser integrada al sistema. La responsabilidad de la crisis energética es de ella. Ella está hace doce años en esta agenda, en los cargos más elevados de la República. Y continúa diciendo que lo único que se puede hacer es lo que ya está hecho.
- ¿Instalará hidroeléctricas en la Amazonía?
- Las potenciales hidroeléctricas que tenemos en la Amazonía son una fuente de generación estratégica. ¿Quién dijo sólo se puede construir una hidroeléctrica faltando el respeto a la tierra de los indios, a cuestiones sociales, culturales y ambientales? Haremos todas las hidroeléctricas que respondan por la viabilidad económica, social y ambiental. Lo que el gobierno actual reivindica es una apenas una económica.
- ¿La crisis de agua en Sao Paulo es fruto de la mala gestión del PSDB?
- Es una crisis de mala gestión del PSDB y del PT. En el gobierno del PT, se desmontaron todas las políticas de recursos hídricos. Todo el trabajo que se venía haciendo por los comités de cuenca fueron descuidados. Aquí en Sao Paulo, el PSDB, está hace 20 años en el poder, y sabiendo lo que significa la escasez de agua no tomó ninguna medida. Es necesario cada vez más apostar por la recuperación de manantiales, de riberas, por el tratamiento de aguas residuales, para que las reservas de agua puedan ser utilizadas.
Críticas de la agroindustria
- La agroindustria está inquieta con su promesa de revisar los indicadores de productividad agrícola. Los presidentes Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula Da Silva no lo consiguieron ¿Cómo pretender hacerlo usted?
- La presidenta Dilma no sólo no consiguió hacerlo, está comprometida con la idea de que Brasil debe mantener bajos índices de productividad, pese a que ya alcanzamos índices elevadísimos. Desde la década de los '70 hasta ahora tuvimos un aumento de más de 200%. Una expansión de área de, como máximo, 31%.
Esto es para aumentar el índice de productividad, el sector no tiene nada que temer, ya tiene una alta productividad, ya utiliza una alta tecnología. No se puede reivindicar ser una potencia agrícola mundial con patrones de producción de inicios del siglo XX.
Esto no es malo para la agroindustria. Es colocar a la agroindustria en el lugar que se merece y necesita. Y donde está ahora, con sus propios esfuerzos.