Fue una protesta relacionada con temas mineros la que primero puso a Martín Vizcarra, el vicepresidente que se prepara para asumir el gobierno de Perú, en la palestra política del país.
Hasta entonces, el exestudiante de la Universidad Nacional de Ingeniería había competido sin éxito por la gobernación de Moquegua, un departamento de menos de 200 mil habitantes en el sur de la nación. Pero, en 2007 y 2008, su rostro alcanzó conocimiento nacional cuando lideró masivas manifestaciones en la localidad, en reclamo por la baja inversión gubernamental en esa zona frente a su importancia para la minería del cobre.
La región, que estuvo paralizada durante diez días, lo eligió gobernador en 2011. Sería el primero de varios saltos que Vizcarra daría en la arena política.
El ingeniero, quien precisamente ayer cumplió 55 años, se unió al equipo de Pedro Pablo Kuczynski en 2015, como miembro de la campaña presidencial del ahora renunciado mandatario. Desde entonces, su cercanía con el jefe de Estado saliente iría en aumento. En la segunda vuelta, se convirtió en uno de los principales voceros del partido de PPK, Peruanos por el Kambio.
Su primer cargo en el gabinete fue el de ministro de Transportes, el cual desempeñó al mismo tiempo que el de primer vicepresidente. En esa cartera sufriría uno de los grandes embates del fujimorismo: Fuerza Popular utilizó su amplia mayoría en el Congreso para ponerlo contra las cuerdas por los contratos de construcción de un aeropuerto en Cusco.
El entonces ministro quedó al borde de ser censurado y expulsado por el Legislativo y, finalmente, renunció al cargo antes de enfrentar el proceso, en mayo pasado.
Pero Vizcarra mantuvo su cargo en la vicepresidencia y luego, en septiembre, fue designado embajador de Perú en Canadá. A las 20:00 horas de ayer en Perú (22:00 hora chilena) se esperaba que aterrizara en Lima para asumir el liderazgo del Palacio de Miraflores.
Las definiciones
En una de sus entrevistas más recientes, días antes de que se desatara la tormenta definitiva que culminó con la renuncia de PPK, Vizcarra manifestaba a Canal N que "los problemas políticos tendrán que ser superados".
"No perdamos una vez más la oportunidad", sostenía, en ese entonces, en medio de una convención minera a principios de mes en Canadá. "Cuando el Perú se pone metas y objetivos, todos nos unimos", sentenció.
Sus declaraciones contrastaban con el silencio que guardó durante el primer pedido de destitución contra Kuczynski, en diciembre del año pasado. En esa oportunidad, su actitud se interpretó como hambre de llegar a Miraflores, o, al menos, como señal de que no quería enfrentar a la oposición.
A pesar de sus tropiezos con el parlamento, Vizcarra sí tiene buena llegada en el empresariado. Esta semana, cuando se preparaba el debate de destitución en el Congreso, el presidente de la Asociación de Exportadores del país, Juan Varilias, dijo a RPP noticias que "le toca asumir el mandato" y que "espero que tenga las personas adecuadas para gobernar".
En tanto, un análisis de la consultora de riesgo Eurasia manifestó que un gobierno de Vizcarra sería "una continuidad en términos de política de inversiones y economía".
La firma agregó que "probablemente tendría un período de luna de miel y más espacio político que Kuczynski, aunque tendrá habilidad limitada para impulsar reformas estructurales significativas".