El papa Francisco llegó hoy a la sede de Naciones Unidas para cumplir con una histórica visita oficial, ya que es el primer pontífice que se dirige a un gran número de gobernantes mundiales en la 70 Asamblea General en Nueva York.
El pontífice llegó en un vehículo negro y fue recibido por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Después de los saludos, entró en el edificio principal de Naciones Unidas con una reducida guardia de honor del personal de seguridad de la organización.
En un discurso que duró cerca de 45 minutos, hizo un llamado a reflexionar por el "desgobierno de la economía mundial, liderado por ambición del lucro y del poder", y expresó que "los organismos financieros deben de velar por un desarrollo sostenible de países y no al sistema crediticio que somete a mayor pobreza".
Por otra parte, el pontífice también llamó a vencer la exclusión social y económica, y reflexionó en torno a la "crisis ecológica" que afecta al mundo y que según expuso, "puede poner en peligro existencia misma de la especie humana".
Además, deslizó cuestionamientos sobre el funcionamiento e institucionalidad de las propias Naciones Unidas, aludiendo a las potencias que tienen "gran incidencia" en las definiciones mundiales. En ese contexto enfatizó en la necesidad de "reforma y adaptación a los tiempos" para progresar hacia el "objetivo último de conceder a todos los países mayor equidad en la toma de decisión".
En esa línea solicitó "evitar abusos sobre todo a países en vías de desarrollo". Así también destacó la actual etapa de "perfeccionamiento del derecho internacional", aunque contrastándolo con la oscuridad que, a su vez, ha causado las "ambiciones descontroladas y egoísmos".
Según el máximo referente de la Iglesia Católica, "la exclusión económica y social es un gravísimo atentado a los derechos humanos".
Además, apelando directamente al organismo en el que realizó su discurso, manifestó que si se aplica la carta de la ONU con transparencia como "punto de referencia obligatorio de justicia y no para alcanzar metas espurias, se puede alcanzar la paz".
Pocos segundos después agregó que "no faltan pruebas de las intervenciones militares no coordinadas de los miembros de la comunidad internacional".
Francisco, que se encuentra en Nueva York desde ayer dentro de una visita a EEUU que antes le ha llevado a Washington y que seguirá mañana sábado en Filadelfia, llegó a la sede central de la ONU a las 8.20 hora local.
Su llegada se produjo poco después de que la bandera del Vaticano se izara por primera vez en la ONU, sin ceremonias especiales, después de que el 10 de septiembre la Asamblea General aprobara un cambio en las normas para poder colocar en su sede las enseñas de los observadores permanentes: El Vaticano y el Estado Palestino.