- ¿Qué países podrían seguir a Reino Unido tras el Brexit?
- Hemos identificado tres: Francia, Italia y Holanda.
- ¿Y cuál es más probable que tenga un referendo?
- Dependen de los procesos electorales que enfrenten. Italia tendrá un referendo sobre la reforma constitucional en octubre y eso podría activar una elección general. En este momento, el partido que apoya la salida del bloque lidera las encuestas y, de ganar, podría llevar adelante un referendo. En Francia, hay comicios presidenciales el próximo año en los que la euroescéptica Marine Le Pen, aunque probablemente no gane, está muy bien posicionada y quedaría segunda en un balotaje. Su influencia es importante, pero el país no representa aún tanto peligro como Italia. Y, uno de los riesgos más grandes es Holanda, que tiene en este momento al partido Dutch Freedom –que apoya una salida del grupo–, con trece puntos de ventaja en los sondeos. Esto significa que seguro tendrá buena representación en el parlamento tras la elección en marzo de 2017.
- ¿Es entonces éste el inicio del fin de la Unión Europea?
- Prefiero no decir que es el inicio del fin. Pero una de las cosas que los líderes de la UE han dicho es que creen que al ser duros con Reino Unido, además de enviar un mensaje a los otros miembros, van a reducir el euroescepticismo y quizá logren apaciguar la idea de otros referendos. Pero, el gran riesgo es que, siendo estrictos, en realidad alienten la reducción del crecimiento económico y las consecuencias las sufre el ciudadano común que no le interesa cómo reaccionan los índices económicos. En cambio, sienten el impacto en sus empleos y salarios. Esto pone en riesgo el aumento del rechazo, en vez de disminuirlo.
- Con efecto dominó en otros países...
- Quizás. Si otro país decidiera salir del bloque, esto tendría implicaciones profundas en los mercados financieros; en la forma en que esa sustentabilidad es percibida. Creo que, en caso de que haya otro referendo en un miembro de la UE, el bloque tendrá que hacer frente a más negociaciones y reformas. Podrían ser más abiertos a hacer concesiones para persuadirlos de quedarse.
- Ante sólo la idea de un posible referendo, ¿ve mayor volatilidad en el mercado?
- Es un riesgo. Tomando como ejemplo Italia, que tiene una gran deuda pública que asciende a 130% del PIB, al buscar salir de la UE, su deuda debe ser revalorizada. Eso dejaría una carga tan alta que el gobierno no podrá cancelarla, llevando a un incumplimiento de la deuda. Ante ese riesgo, sólo con la posibilidad de que el país tenga su referendo, el mercado será mucho más volátil antes de la consulta, incluso mucho más que como vimos con Reino Unido.
- ¿Qué está por venir en las próximas semanas?
- Las miradas van a estar puestas sobre qué candidato se convertirá en líder de cada partido en Reino Unido. Y, por supuesto, en el mercado. Pero sí creo que hay que estar atentos a la publicación de los resultados de las pruebas de estrés bancarias del Banco Central Europeo (BCE). En 2014, mostraron que nueve bancos italianos fracasaron. Las acciones bancarias del país han caído 25% desde que se votó a favor del Brexit. La debilidad del sector seguirá teniendo peso sobre el crecimiento económico y hay un claro riesgo de una crisis bancaria en el país.