A partir de mañana, la residencia oficial del primer ministro de Reino Unido, el 10 de Downing Street, tendrá nuevo inquilino y por segunda vez en la historia será una mujer.
La ministra del Interior desde 2010, Theresa May, asumirá el cargo con el desafío de implementar la salida de su país de la Unión Europea (UE), luego de que su rival, Andrea Leadsom, se retirara ayer de la carrera al reconocer que no tenía el respaldo suficiente para conformar un gobierno sólido. “El país necesita cuanto antes un nuevo gobierno fuerte para dar estabilidad y empezar a planificar la salida de la UE”, indicó.
Considerada como “la nueva dama de hierro”, May es conocida por su firmeza, audacia y por posicionarse a favor de que Reino Unido permaneciera en el bloque, aunque mantuvo un perfil bajo durante la campaña.
A pesar de su posición, garantizó que respetará la voluntad de los ciudadanos: “Brexit significa Brexit. No habrá segundo referendo ni intentos por permanecer en la UE” y dejó claro que su objetivo es unificar al Partido Conservador –dividido entre quienes apoyaban o rechazaban la retirada británica–, así como a un país marcado por el ajustado resultado de la consulta.
“Nuestro país necesita ser fuerte, con liderazgo comprobado, que nos conduzca a través de los tiempos de turbulencia económica y política, que negocie el mejor acuerdo para los británicos mientras salimos del bloque y nos forje un nuevo papel en el mundo”, dijo ayer. Adelantó que no activará antes de fines de 2016 el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que hace efectiva la salida.
Traspaso de mando
Cameron anunció que mañana oficializará su renuncia ante la Reina Isabel luego de participar en lo que será su última sesión ante la Cámara de los Comunes. “Estoy encantado (...) May es fuerte, competente y más que capaz de desempeñar el liderazgo que el país va a necesitar en los años venideros”, apuntó.
En tanto, el impulsor del Brexit y ex alcalde de Londres, Boris Johnson, opinó en Twitter que May “tiene la autoridad y liderazgo necesarios para unificar al partido y al país”.
La retirada de Leadsom evita una campaña de nueve semanas en la que ambas debían convencer a los 150.000 militantes por su apoyo.
“Brexit” sin sus líderes
El 24 de junio –un día después de del referendo–, Cameron renunció a su cargo y en su discurso defendió que el Brexit debía ser liderado por un político afín a esa propuesta. Sin embargo, en este corto tiempo, sus promotores han ido desapareciendo de la escena política.
Boris Johnson recibió el rechazo de sus compañeros de campaña quienes consideraron que no era apto para ser premier. Le siguió la renuncia de Nigel Farage quien, tras atribuirse el triunfo de la consulta, se apartó del liderazgo del partido independentista, UKIP. En tanto, el ex ministro de Defensa Liam Fox y el titular de la cartera de Justicia, Michael Gove, fueron eliminados del proceso de nominación por no tener el respaldo de los diputados.
Y ahora, Leadsom se despide con su imagen afectada por las polémicas declaraciones que hizo al diario The Times, en las que aseguró que estaba más capacitada que su adversaria para dirigir el país por su condición de madre.
Reacción del mercado
“La economía no necesita incertidumbre, necesita seguridad, así que debemos colocarla (a May) como primer ministra, para que pueda liderar nuestro país y proveer unidad”, dijo ayer el ministro de Hacienda, George Osbourne.
Y así lo sintieron los mercados. El índice de la Bolsa de Londres, FTSE 100, subió 1,4% y cerró en su nivel más alto en once meses ante el alza de los títulos inmobiliarios; mientras que la libra, que se había depreciado a su menor nivel en tres décadas, se recuperó 0,4% hasta US$ 1,30.
Pero la divisa británica podría volver a bajar ante la posibilidad de que el jueves el Banco de Inglaterra anuncie nuevas medidas de estímulo.
Abogados: se puede dar marcha atrás
El referendo con el que los británicos decidieron abandonar la Unión Europea fue consultivo, por lo que el Parlamento debe decidir si el Reino Unido debe dejar o no el bloque, aseguraron ayer más de mil abogados prominentes del país en una carta al primer ministro, David Cameron. Los firmantes recomendaron que los legisladores tengan libertad de voto antes de que cualquier líder tome la decisión de invocar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa. La misiva es el último intento de ralentizar la salida, acción que ha sido criticada por los defensores del Brexit que consideran que se busca enmarañar el proceso en desafíos políticos y legales. Aunque líderes del país han dicho que respetarán el resultado de la votación, el gobierno enfrenta dificultades sobre si puede iniciar el proceso sin aprobación del Parlamento.
