En la primera visita a Chile de una autoridad del gobierno estadounidense en la era de Donald Trump, el vicepresidente Mike Pence reafirmó ayer el compromiso de su país con el vínculo comercial con Chile y aseguró que el actual gobierno continuará “fortaleciendo la relación entre nuestras naciones, especialmente en términos de comercio”.
La autoridad llegó pasado el mediodía a La Moneda, donde se reunió con la presidenta Michelle Bachelet y el canciller Heraldo Muñoz por poco más de una hora. Durante la tarde, tenía programado entregar un discurso ante la Cámara Chileno Norteamericana de Comercio (Amcham) y la Asociación de Cámaras Norteamericanas de Comercio de América Latina y el Caribe (Aaccla). A primera hora de esta mañana, partiría rumbo a Panamá, la última parada de su gira.
Aunque Trump ha sido crítico de otros acuerdos comerciales e incluso retiró a su país del Acuerdo Transpacífico (TPP, su sigla en inglés) que también incluía a Chile, Pence valoró ayer el tratado de libre comercio firmado por Washington y Santiago, vigente por más de una década.
La autoridad destacó que, actualmente, “nuestro comercio bilateral en bienes y servicios llega a casi US$ 30.000 millones, con
US$ 4.100 millones de superávit para EEUU”. Agregó que su país “ha sido la mayor fuente de inversión extranjera en Chile durante años, mientras los chilenos han invertido US$ 114 millones en nuestro país en años recientes. Las exportaciones estadounidenses a Chile generan cerca de 93.000 trabajos en EEUU”.
No obstante, agregó que “sería importante que Chile tomara medidas para cumplir con el capítulo de propiedad intelectual del acuerdo, para garantizar una competencia justa y nivelada para las empresas estadounidenses. Creemos que estas acciones traerán nuevos beneficios para ambos países”.
Por su parte, la presidenta Bachelet también aseguró que “la relación entre Chile y EEUU es estratégica a nivel político y económico. Compartimos visiones en materia de democracia, derechos humanos y apertura comercial”.
Los ojos en Venezuela
Parte de la conversación entre Bachelet y Pence también se enfocó en la crisis de Venezuela, donde el llamado del presidente Nicolás Maduro a una Asamblea Nacional Constituyente ha profundizado las críticas desde el extranjero y las protestas de la oposición en la calle.
El fin de semana, Trump señaló que su gobierno barajaría una “opción militar” para resolver la crisis, algo que Bachelet descartó respaldar. “Chile hará todo lo posible para apoyar a los venezolanos en encontrar un camino pacífico para restaurar su democracia, pero no apoyará ni golpes de Estado ni intervenciones militares”, manifestó la mandataria. Añadió que “en el caso de las sanciones, apoyaremos las que sean aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU”.
Por su parte, Pence sostuvo que “EEUU tiene muchas opciones para Venezuela, pero el presidente tiene confianza de que trabajando con nuestros aliados podemos lograr una solución pacífica”. Agregó que “Venezuela está convirtiéndose en una dictadura y, como ha dicho el presidente Trump, EEUU no se quedará de manos atadas mientras el país se derrumba”.
Ante ello, la autoridad también exhortó al resto de los países de la región a tomar nuevas medidas de presión ante el régimen de Nicolás Maduro. “El presidente Trump y yo llamamos a Latinoamérica a hacer más (…) pero presidenta, como le aseguré en nuestra reunión: lo que hagamos por Venezuela, lo haremos juntos”.
Conflicto con Corea del Norte
Horas después de que el régimen norcoreano retirara su amenaza a la isla estadounidense de Guam, Pence insistió en su llamado a la comunidad internacional a presionar al gobierno de Kim Jong-un para que abandone su programa nuclear y armamentista.
“Estamos comenzando a ver progreso al enfrentar las provocaciones norcoreanas”, señaló la autoridad, quien agradeció “el apoyo de Chile en la promoción de paz y estabilidad” en la península coreana.
No obstante, agregó que “EEUU pone gran importancia en el aislamiento diplomático del régimen de Corea del Norte. Urgimos a Chile hoy, como hemos urgido a Brasil, México y Perú, a que rompan todos los vínculos diplomáticos y económicos con Corea del Norte”.
En particular, manifestó que “nos gustaría que Chile reclasifique las exportaciones de vino chileno como un bien de lujo, bajo las sanciones de EEUU, para evitar que Corea del Norte importe estas materias primas y las convierta en dinero para su régimen”.
Dichos de Trump por violencia racial generan condena transversal
El presidente de EEUU, Donald Trump, enfrenta una nueva tormenta política que podría amenazar su base de apoyo legislativo y la viabilidad de sus reformas.
Ayer, varios miembros de su partido salieron a condenar las declaraciones del mandatario, quien el martes sostuvo que "ambas partes" eran responsables de la violencia en una marcha de neonazis y supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, donde una persona murió y otras 20 resultaron heridas el fin de semana.
Horas después de la polémica afirmación, según fuentes de Bloomberg, la Casa Blanca envió a los republicanos puntos de conversación, pidiéndolos defender los argumentos de Trump como "enteramente correctos".
Uno de los más fuertes críticos desde la propia bancada republicana fue el senador John McCain, quien afirmó ayer que no hay un "parecido moral entre racistas y los estadounidenses que luchan contra el odio y el fanatismo, y el presidente de EEUU tiene que decirlo". Por su parte, el gobernador de Ohio, republicano John Kasich, caracterizó las declaraciones de Trump como "patéticas" y "terribles".
Incluso el presidente de la cámara baja y aliado de la Casa Blanca, Paul Ryan, sin referirse a Trump directamente, señaló que "tenemos que ser claros. La supremacía blanca es repulsiva. No puede haber ambigüedad moral".
Trump trató ayer de calmar las tensiones con un mensaje dirigido a los familiares de la víctima. "Servicio funerario para la hermosa e increíble Heather Heyer, una mujer joven verdaderamente especial. Será recordada por todos durante largo tiempo", escribió en Twitter.
Sin embargo, el único apoyo que recibió fue de vicepresidente, Mike Pence, quien durante su visita a Chile señaló que "lo que pasó en Charlottesville fue una tragedia. Yo apoyo al presidente".
Al fuerte rechazo doméstico se sumó la condena internacional. "No veo equivalencia entre los que proponen las visiones fascistas y los que se oponen a ellas", afirmó la primera ministra británica, Theresa May.
Las condenas llegaron también desde Alemania e Israel. El líder de socialdemócratas alemán, Martin Schulz, tuiteó que "uno tiene que denunciar a los nacistas definitivamente. Lo que hace Trump es enardecedor".
Desmantelamiento
En tanto, la reacción a sus palabras llevó al Trump a desmantelar su Consejo Manufacturero y el Foro Estratégico y Político, después de que seis directores ejecutivos de grandes compañías –incluyendo los de Merck e Intel, Kenneth Frazier y Brian Krzanich,- abandonaran las instancias en protesta por las declaraciones.
"En vez de poner presión a los empresarios, estoy poniendo fin a ambos consejos. ¡Gracias a todos!", escribió Trump en su Twitter. La decisión fue tomada después de una serie de ataques del mandatario a las empresas "rebeldes", incluyendo Amazon, a quien acusó de estar haciendo el "gran daño a los retailers que pagan impuestos".