El gobierno alemán está estudiando la posibilidad de forzar
a los bancos a acogerse a las ayudas estatales ante el peligro de que el flujo
crediticio quede completamente paralizado en los próximos meses.
Según informa hoy el diario "Süddeutsche Zeitung",
este modelo implicaría una participación estatal a cambio de las inyecciones
forzosas.
Hasta ahora, tanto la canciller, Angela Merkel, como su
ministro de Finanzas, Peer Steinbrück, han rechazado categóricamente esta
opción, aplicada en Estados Unidos y el Reino Unido, y han apostado por un
modelo voluntario.
El problema es que hasta ahora son muy pocos los bancos que
se han acogido al modelo voluntario, básicamente el Commerzbank y el Hypo Real
Estate, y el gobierno teme que, de no cambiar radicalmente la situación, las
empresas alemanas se queden en otoño sin los créditos que necesitan para
mantener en vida sus negocios.
La falta de movimiento crediticio se debe, entre otros
motivos, a que muchos bancos tienen todavía muchos papeles tóxicos en sus
balances.