La presidenta de la República de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, anunció ayer el incremento del arancel para bienes de capital y la prórroga del “bono fiscal” hasta diciembre de este año con el objetivo de “sostener las políticas anticíclicas” ante la crisis económica internacional.
“Dadas las circunstancias, no de Argentina sino del mundo, se hace imperioso sostener las políticas contracíclicas y aun acentuarlas, como en el caso del aumento del arancel de importación para los bienes de capital”, explicó en conferencia de prensa desde la casa de gobierno.
De acuerdo con la medida, a partir del 1 de julio aumentará el arancel para los bienes de capital producidos localmente del 0% al 14%, y se fijará en 2% el arancel para los bienes de capital no producidos en el país.
Por otra parte, se prolonga la vigencia del denominado “bono fiscal” hasta el 31 de diciembre de 2012.
“Esto es una reforma muy importante”, dijo la presidenta, porque “estamos dando equilibrio fiscal y, al mismo tiempo, sostenemos una medida de ayuda a la industria nacional”.
La mandataria explicó que el principal objetivo es proteger “el trabajo y la industria nacional” con esta medida, que “beneficia a las provincias especialmente Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, donde se concentra la actividad metalmecánica”.
Por otra parte, la iniciativa llama a las empresas beneficiadas a “mantener plantel de personal en el nivel máximo, y realizar inversiones para mantener creciente demanda y fijar precios en niveles de competitividad internacional”.
Desde 2003, el gobierno nacional implementó una política de promoción con la cual -entre 2003 y 2011- la producción creció 180% y la ocupación 109%, creándose 114.000 nuevos puestos de trabajo.
El país con más restricciones
La Comisión Europea (CE) señaló ayer, a través de un informe, que Argentina es el país que más medidas restrictivas al comercio puso en marcha desde 2008, hasta 119, por delante de Rusia (86) e Indonesia (59).
El estudio identificó entre septiembre de 2011 y el mes pasado 123 nuevas medidas proteccionistas en 31 países (incluidos los miembros del G20), lo que supuso un aumento de 25% y que el total ascendiera a 534 (desde 2008, sólo se han levantado 89 de estas medidas).
El informe destaca que, desde 2008, las restricciones a las inversiones representaron “sólo” el 10% del total de políticas proteccionistas, aunque “se debería tener en cuenta que medidas ad hoc como las tomadas por Argentina o Bolivia, impactan considerablemente en su clima de inversión para la Unión Europea, incrementando su impredecibilidad y limitando su atractivo”.