Argentina modera momentáneamente su inflación en julio y Macri anuncia nuevas medidas
En comparación con junio último, los precios aumentaron en julio un 2,2 %, confirmando la tendencia a la desaceleración de la inflación que se registraba desde abril último.
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Argentina logró moderar en julio su elevada inflación, según datos oficiales dados a conocer este jueves, una buena noticia que ha quedado vieja tras el terremoto financiero de esta semana que ya hace prever una nueva aceleración de los precios.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos dijo este jueves que los precios al consumidor en Argentina aumentaron en julio pasado un 54,4 % en términos interanuales y acumularon en los primeros siete meses del año un alza del 25,1 %.
En comparación con junio último, los precios aumentaron en julio un 2,2 %, confirmando la tendencia a la desaceleración de la inflación que se registraba desde abril último.
Sin embargo, las turbulencias financieras desatadas esta semana tras la adversa reacción de los mercados ante la derrota del oficialismo en las primarias del domingo pasado hacen prever que la inflación se acelerará en agosto.
"A partir de la devaluación y de las turbulencias que se supone van a seguir ocurriendo hasta fin de año, hoy en día hay que suponer que la tasa de inflación claramente va a estar este año por arriba del 50 %", dijo a Efe Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano.
El economista explicó que el valor del dólar en la plaza cambiaria local, que en lo que va de semana acumula una subida del 27,7 %, es el "principal factor" que genera aumentos de precios.
"Todos están vaticinando que a partir de agosto vamos a estar arriba del 3 % y en realidad creo que va a ser un éxito si no toca el 4 %", pronosticó Beker sobre la evolución que podría tener la inflación este mes.
Los precios al consumidor acumularon el año pasado un aumento del 47,6 %, el nivel más alto desde 1991.
Para este año, la Ley de Presupuesto preveía una inflación anual del 23 %, pero ya las últimas proyecciones privadas que recaba el Banco Central, realizadas antes de la hecatombe financiera de esta semana, indicaban que los precios al consumidor crecerían cerca de un 40 % este año.
Ahora, con el tsunami desatado por el terremoto en los mercados, los precios han comenzado a moverse en los comercios y en algunos segmentos los proveedores han paralizado las entregas a la espera de contar con nuevos listados de precios.
El ministro de Producción y Trabajo argentino, Dante Sica, había dicho este miércoles que se han observado "algunos aumentos" pero sin que de momento se verifique un "impacto fuerte de traspaso" del tipo de cambio a los precios de la economía.
Sin embargo, el economista Roberto Lavagna, el tercer candidato presidencial más votado en las primarias del domingo, advirtió este jueves que ya se "están registrando restricciones en el abastecimiento y un traslado a precios que recaerá fuerte en la canasta básica de alimentos y otros artículos y servicios de primera necesidad".
"Claramente, a partir de la depreciación de la moneda, probablemente tengamos uno o dos meses con inflación más alta", dijo este jueves en una rueda de prensa el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
El ministro anunció la congelación hasta fin de año de las cuotas de los créditos hipotecarios indexados por la denominada "unidad de valor adquisitivo" -ligada a la inflación-, una medida que beneficia a 100.000 personas.
Horas después, el presidente argentino, Mauricio Macri, anunció su decisión de quitar hasta fin de año el impuesto al valor agregado (IVA), del 21 %, a alimentos de la cesta básica, como la leche, el arroz y el aceite.
"Confío en que será un alivio para el bolsillo de millones de argentinos", dijo el presidente.
La alta inflación que registra Argentina se da en un contexto de recesión económica, con una caída en la actividad del 2,5 % en 2018, uno de los peores desempeños en años.
Se trata, según describió Beker, de un escenario de "estanflación", que combina una "catastrófica" caída en los niveles de actividad con una muy alta inflación.
Para el experto, Argentina tiene la particularidad de que los bienes que exporta son al mismo tiempo los bienes que integran la canasta de consumo.
"En Argentina, un aumento del tipo de cambio implica necesariamente un aumento en el precio de los productos de primera necesidad y por esa razón impacta fundamentalmente sobre el presupuesto de la mayoría de los hogares", indicó.