Por Marco Fajardo
La disputa comercial entre la Unión Europea y China está subiendo de tono. Luego de que Bruselas decretara aranceles a la importación de paneles solares chinos, que entran en vigor hoy, Beijing anunció ayer una investigación a las importaciones europeas de vino a petición de los productores locales.
La confrontación pone en riesgo una relación bilateral comercial que generó US$ 168.000 millones de exportaciones e importaciones sólo en los primeros cuatro meses de 2013, según cifras de Beijing.
Sin embargo, afecta especialmente a Francia e Italia, los mayores productores de vino de la región que además fueron los que respaldaron con más vigor los aranceles a los paneles chinos. Alemania y Reino Unido, de hecho, los rechazaron, y gracias a ellos, en parte, se impusieron barreras de 11,8%, menores a las de 47,6% inicialmente propuestas.
La industria china de vinos acusa a los productores europeos de dumping. “Hemos notado un rápido aumento de las importaciones de vino de la UE los últimos años”, indicó el Ministerio de Comercio chino.
La creciente clase media china tiene gustos cada vez más sofisticados y el consumo de vino se ha disparado. Sólo entre 2006 y 2012, las exportaciones europeas de vino a China se multiplicaron por diez, a
US$ 978 millones, casi la mitad de los cuales provinieron de Francia.
Y China podría superar a EEUU como el mayor consumidor mundial de vino en 2023, según Treasury Wine Estates, la segunda firma mundial de vino.
Condena de productores
En Madrid, una representante de la Federación Española de Vinos advirtió que la decisión china es un golpe a uno de los pocos sectores en auge en un país en recesión. “Lo más triste es que si se abre un proceso y se aplican medidas anti-dumping significa que un sector al que le está yendo bastante bien será arrastrado a una guerra comercial con la que no tiene nada que ver”, lamentó.
España se abstuvo en el tema de los aranceles a los paneles solares, lo que según la normativa de la UE se cuenta como un voto a favor.
La medida china también fue condenada por el Ministerio de Comercio galo, que acusó a China de abrir un nuevo frente de disputa en un área no relacionada.
En cambio, el ministro de Economía de Alemania, Philip Rösler, fue más cauteloso e insistió en resolver la disputa mediante la negociación.
Por su parte, un portavoz de la Comisión Europea negó los subsidios al vino europeo y dijo que la entidad defenderá a sus productores.
Los productores europeos de vino sí reciben subsidios de la UE, aunque no específicamente para exportar. Por ejemplo, el mayor productor de vinos Beaujolais, George Duboeuf, obtuvo 1,1 millón de euros
(US$ 1,4 millón) en fondos comunitarios en 2011-12, según el Ministerio de Agricultura galo.
“Medida calculada”
Aún así, los analistas desestiman una guerra comercial.
“Es una medida muy calculada. El vino es suficientemente importante como señal, aunque no tanto como para herir a las industrias en la UE”, dijo a Reuters Xu Bin, profesor de Economía de la China Europe International Business School, en Shangai.
“Ambas partes comprenden que la relación es muy importante; tener una disputa comercial es bastante normal cuando tienes un flujo comercial tan grande”, comentó Shen Jianguang, economista jefe para Asia de Mizuho, a Bloomberg. Aún así, “es más probable que lleguen a un acuerdo a que haya una guerra comercial”.
Cualquier medida probablemente sea rechazada por los consumidores chinos.
“Los chinos amamos los vinos franceses. Son tan sofisticados”, dijo Niu Lanxiang, un trabajador de 23 años, en las afueras de un supermercado en Sanlitun, uno de los barrios de moda de Beijing, a Reuters.
