Cada vez es más común encontrar a personas con estudios técnicos o universitarios que no ejercen en su área. A veces esto responde a un cambio de vida personal, pero muchas veces refleja una realidad compleja: aunque estudiar es más accesible, eso no se condice con encontrar un trabajo afín.
Eso es lo que constató un estudio del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC UDP), elaborado por Juan Bravo y Antonio Espinoza, director e investigador de la entidad, respectivamente.
Según la investigación, el mercado laboral local ha vivido un cambio de composición significativo. De hecho, en el trimestre abril-junio de 2025, por primera vez la fuerza laboral con educación superior completa superó a la fuerza laboral con enseñanza media (secundaria) completa.
Así, en 15 años, la proporción de la fuerza laboral con educación superior completa subió de 22,4% a 41,9% (totalizando 4.276.284 personas), mientras que quienes tenían un nivel educativo inferior a enseñanza secundaria completa bajaron de 35,1% a 16,9%.
“Si bien una fuerza laboral con mayor nivel de educación es una buena noticia, pues permite contar con una fuerza laboral con mayor nivel de capital humano y productividad laboral, este fenómeno no está exento de desafíos”, dice el informe.

Más desempleo
Pese a esto, Bravo y Espinoza advierten que tener educación superior completa no garantiza la empleabilidad ni tampoco que la persona ejerza una ocupación de alta calificación que sea adecuada a su nivel educativo. Y así lo exhiben los números.
En el trimestre abril-junio de 2025, la tasa de desempleo se ubicó en 8,7% según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Sin embargo, al mirar el indicador según nivel educativo, este revela diferencias.
En el segmento que cuenta con educación superior completa se registró un incremento anual de 0,4 puntos porcentuales (pp.) en la tasa de desempleo, ubicándose en 7,6%. Esto implica un alza de 34.633 desocupados con educación superior completa en el último año.
En la vereda contraria, entre quienes tienen un nivel educativo menor a secundaria completa la tasa de desempleo se redujo en 1,2 pp. anual, lo que se tradujo en una disminución de 37.792 desempleados con dicho nivel educativo.
La investigación también constató que en todos los niveles educativos la tasa de desempleo actual es muy superior a la registrada en la década 2010-2019. Así, entre quienes tienen educación superior completa subió de 6,1% a 7,6%. Al desglosar, en universitarios el alza fue de 5,9% a 7,3% y en personas con estudios técnicos pasó de 6,5% a 8,1%.
Subempleo toma fuerza
Otro fenómeno que golpea a este grupo es el subempleo: trabajadores que, si bien están ocupados, no están en pleno empleo debido a una utilización insuficiente de sus competencias laborales.
Al trimestre mayo-julio de 2025 había 3.953.379 ocupados con educación superior completa, de los cuales 1.204.053 ejercían ocupaciones de mediana o baja calificación, es decir, el 30,5%.
En el segmento de ocupados con educación técnica superior completa el 52,9% ejerce ocupaciones de mediana o baja calificación, mientras que en aquellos con educación universitaria completa la cifra llega a 20%.
Los datos laborales de julio muestran que hubo una creación anual de 259.275 empleos para personas con educación superior completa. Sin embargo, de ellos, 118.955 se emplearon en ocupaciones de mediana o baja calificación, lo que equivale al 45,9% de la creación anual de empleo de quienes cuentan con educación superior completa.
Los más expuestos
En base a datos de la Casen, el informe constató que el desempleo entre quienes tienen educación universitaria completa fue de 5,2% y la subutilización laboral alcanzó 13,5%.
Los campos con más desempleo en este segmento son servicios personales (turismo, gastronomía, actividad física), idiomas, humanidades y servicios de higiene y salud ocupacional. En subutilización, lideran servicios personales, idiomas y salud ocupacional (ver tabla).
En educación técnica, las tasas son bastante más altas: 7,4% de desempleo y 30,5% de subutilización, destacando en este último indicador servicios personales, ingeniería y salud ocupacional.
Con relación a los ingresos, el informe exhibe que -de acuerdo a la Encuesta Suplementaria de Ingresos 2024 del INE-, un trabajador con educación superior completa y subempleado por calificaciones gana en promedio 46,9% menos que uno en igual condición, pero no subempleado.
“El 35,7% de la fuerza laboral con educación superior completa está siendo afectada por el desempleo ilustrado o el subempleo por calificaciones y, por ende, no está pudiendo utilizar el capital humano adquirido en las instituciones de educación superior en el mercado laboral”, dicen los autores y agregan que no abordar estas situaciones implicará una frustración creciente.