La gestora CMB Prime, ligada a Ignacio Guerrero y José Cox, y Activa, el brazo de activos alternativos de LarrainVial, comenzaron su expansión internacional. Tras meses de preparativos y un roadshow entre los administradores de pensiones locales, lanzaron su primer fondo de inversión en Uruguay.
El vehículo “Infraestructura Renta Variable CMB-NewF I” fue estructurado como fideicomiso financiero, de acuerdo con la regulación uruguaya, e invertirá en concesiones y proyectos de energía en dicho país, tomando participaciones accionarias en las matrices de activos.
En detalle, se enfocará principalmente en los sectores de transporte, infraestructura social (de colegios a cárceles), y generación de energía.
US$ 100 millones reunió el fondo.
A través de una colocación en bolsa -mecanismo para la puesta en marcha de los fideicomisos en Uruguay-, el fondo reunió US$ 100 millones de las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional en Uruguay (AFAP, equivalentes a las AFP chilenas), con una demanda de 2,7 veces su tamaño y habrían invertido la totalidad de las administradoras de pensiones del país.
La incursión no la realizaron solos. CMB Activa Internacional -filial para los negocios fuera de Chile- se asoció con la brasileña Newfoundland Capital para establecer el joint venture INFRAM, administradora de fondos en Uruguay que desde enero es liderada por el exdirector ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Santiago Cat, como gerente general.
En conversación con DF, el director de capital privado de Activa, Eduardo Beffermann, y el gerente de inversiones de CMB, Alfonso Yáñez, detallaron la apuesta charrúa de la gestora.
“Buscamos ser de los gestores más importantes de infraestructura y energía en Latinoamérica, y para eso necesariamente había que salir de Chile, donde hasta ahora habían sido todas las inversiones”, afirmó Beffermann.
Si bien dentro del radar también se encontraban incursionar en Perú o Colombia, la firma decantó por Uruguay ante la estabilidad macro, de grado de inversión y bajo riesgo país, sumado a una alta disponibilidad de capital y la presencia de una unidad indexada a la inflación (UI), similar a la UF chilena.
“En infraestructura y energía, la protección de rentabilidad tiene que ser muy clara y para eso se debe tener un marco jurídico y una jurisdicción que acompañe”, explicó Yáñez.
Eligieron Uruguay ya que “en infraestructura y energía, la protección de rentabilidad tiene que ser muy clara, tiene un marco jurídico y una jurisdicción que acompaña”, explicó Yáñez.
La oportunidad
La ventana de entrada del fondo, a través de la adquisición de participaciones en activos directos, se basa en el comienzo de una nueva etapa para la infraestructura uruguaya, segmento para el que buscarán destinar el 70% de lo recaudado.
“Al igual que como pasaba en Chile cuando se inició la época de concesiones, muchas siguen en manos de sus constructoras locales, y lo que viene es una ola de reciclaje de capital, donde el desarrollador busca salir, para recuperar su inversión y tener capital disponible para nuevas inversiones”, explicó Beffermann.
Además, gran parte de las concesiones uruguayas reciben ingresos por el denominado "pago por disponibilidad". “En algunas carreteras no existe el riesgo de demanda, no depende de cuántos vehículos pasan, sino que el Estado paga un subsidio fijo”, destacó Yáñez.
El 30% restante del fondo se dedicará al sector de energía, caracterizado por vendedores internacionales, principalmente actores que realizaron el desarrollo de los proyectos y buscan un comprador que continúe la operación del activo.
Al igual que las concesiones, Yáñez destacó que en el segmento “existe el organismo Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas (UTE), la transmisora estatal uruguaya, que compra la energía a los generadores a través de un contrato de compraventa de energía a 20 años y con un precio fijo”.
“De un punto de vista de riesgo, se toma riesgo del Estado uruguayo”, enfatizó el gerente de inversiones de CMB.
Nuevas obras y segmento digital
Pero el atractivo no solo sería coyuntural, con las AFAP administrando US$ 25 mil millones. “En términos relativos respecto al PIB, son un poco más chicas que las AFP en Chile, pero no tienen muchos productos o alternativas para invertir”, sostuvo Befferman.
Mientras que, en el segmento de infraestructura, “los fondos de deuda concentran entre US$ 800 millones y US$ 1.000 millones, y nosotros ya tenemos US$ 100 mllones, cuando la deuda siempre es más voluminosa que el equity, por estructura. Eso ya da una indicación de que hay un espacio”, señaló Yáñez
En esta línea, el ejecutivo identificó dos vetas de crecimiento para un eventual segundo fondo. “Vienen proyectos grandes de infraestructura, de obras nuevas, ferroviarias, autopistas y transmisión eléctrica, y también hay oportunidades que hoy no existen allá, como, por ejemplo, el segmento digital, como fibra óptica y datacenters”, explicó el gerente de inversiones de CMB.
Mirada local
En Chile, el último fondo de CMB fue “CMB LV Digital Infra I”, lanzado a finales de 2024, que adquirió a Entel su infraestructura de fibra óptica, comprende ocho comunas del país (como Santiago, Providencia y Calama, entre otras), 372 mil hogares y más de 7.500 kilómetros. Según informó el vehículo a fines de diciembre, el sistema fue adquirido en $ 15.411 millones.
Para operar la red crearon EquiFiber, compañía proveedora mayorista del servicio, liderada por el exGTD, Ciro Vera.
“Este primer año es para armar esta compañía, estabilizarla, desde el punto de vista de todos los contratos y nuestro cliente ancla (Entel), al que tenemos que dar un buen servicio. Todo eso se ha cumplido mejor de lo que proyectamos”, aseguró Yáñez.
La segunda etapa, en tanto, se dedicará al crecimiento, enfocada en “despliegue, con nuevos clientes, y el equipo está viendo qué alternativas comerciales existen para ocupar la red”, apuntó el gerente de inversiones de CMB.
Mientras que siguen sondeando el mercado local en sus distintos sectores. “Energía sigue siendo un sector que tiene mucho volumen de inversión, tanto en renovables como en baterías, pero vemos hacia el midmarket, buscando qué oportunidades pueden tener espacio para los inversionistas locales” de tickets más pequeños, explicó Yáñez.
En tanto, “en el mundo infraestructura tradicional, hay un volumen importante viniendo, se han licitado solamente este año alrededor de $ 3 mil millones o $ 4 mil millones en infraestructura, ahí hay un espacio”, proyectó.
Finalmente, volvió a los activos relacionados a la digitalización, como fibra óptica, datacenters y torres de transmisión. “Es un mundo que tiene tasas de crecimiento y necesidad de capital brutal”, concluyó.