Un portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó el martes que las pruebas de una relación entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el autismo siguen siendo inconsistentes y que no se debe cuestionar el valor de las vacunas que salvan vidas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vinculó el lunes el autismo con el uso de vacunas en la infancia y el consumo del popular analgésico Tylenol por parte de las mujeres cuando están embarazadas, elevando afirmaciones no respaldadas por pruebas científicas al primer plano de la política sanitaria estadounidense. En un evento en la Casa Blanca, Trump relacionó el acetaminofén o paracetamol, el ingrediente activo del Tylenol, con el autismo y animó a las mujeres a aguantar la fiebre.
"Las pruebas siguen siendo inconsistentes", dijo el portavoz de la OMS, Tarik Jašarević, en una rueda de prensa en Ginebra cuando se le preguntó sobre una posible relación entre el uso de paracetemol en el embarazo y el autismo.
"Sabemos que las vacunas no causan autismo. Las vacunas, como he dicho, salvan innumerables vidas. Así que esto es algo que la ciencia ha demostrado y estas cosas no deberían cuestionarse realmente", añadió.
Científicos: "Desinformación asombrosa"
El llamado de Trump a las mujeres embarazadas para que eviten el Tylenol ha generado fuertes críticas por parte de investigadores que afirman que el consejo ignora décadas de evidencia y podría poner en peligro a las madres y a los bebés. Las declaraciones, realizadas junto con el secretario de salud Robert F. Kennedy Jr. —un veterano crítico de la medicina convencional—, inquietaron a médicos y farmacéuticas.
Mady Hornig, médica y científica neoyorquina que ha estudiado los factores de riesgo relacionados con el embarazo para el autismo y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad durante 25 años, afirmó que el mensaje de la Casa Blanca tergiversa la información científica sobre el acetaminofén, también conocido como paracetamol en Europa y otros lugares.
“Parecía que habían indicado que existía evidencia de que prolongar la fiebre es algo positivo”, declaró Hornig, científico visitante de los Institutos Feinstein de Investigación Médica de Northwell Health, en una entrevista. “Es una desinformación asombrosa”.
Trump y Kennedy han intentado cuestionar las directrices y prácticas sanitarias, a veces basándose en evidencia cuidadosamente seleccionada. El líder estadounidense también tiene un historial de promover teorías médicas infundadas.
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos calificó de “irresponsables” los últimos consejos sobre el paracetamol, mientras que la Academia Americana de Pediatría también afirmó que tergiversar la ciencia perjudica a las personas con autismo. La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido afirmó que no hay evidencia de que el paracetamol cause autismo y que sigue siendo seguro durante el embarazo.