Pasadas las 14.30 horas de España, en el marco del Chile Day de Madrid, se desarrolló el panel “Infraestructura en Chile: experiencias reales”, con la participación del CEO de Latinoamérica de Zelestra, José Luis García; el director global de desarrollo y agua de Sacyr, José Manuel Loureda; y el CEO de Almar Water Solutions, Carlos Cosin.
Los tres ejecutivos coincidieron en destacar que Chile sigue siendo un país atractivo para invertir y que su experiencia ha sido positiva en general. Sin embargo, buena parte de la conversación estuvo marcada por las sombras que enfrentan los proyectos de infraestructura en el país, con un diagnóstico común: la permisología se ha transformado en un obstáculo creciente.
Loureda recordó que cuando llegó a Chile hace 20 años “el país funcionaba bien”, pero hoy percibe que los procesos se han vuelto cada vez más complejos y complicados; lo que muchas veces dificulta y desvía la inversión. “Chile tenía ese reconocimiento de plazos cortos, pero se han alargado y se han alargado de una forma considerable”, recalcó.
García, de Zelestra, compartió esa visión y advirtió que la incertidumbre regulatoria ha empujado al alza los costos de capital, lo que ha dificultado la llegada de recursos para financiar nuevos proyectos. Incluso comparó la situación con Perú, donde “les cuesta más barato levantar desarrollos que en Chile”.
Cosin, en tanto, reforzó las críticas a la permisología, pero sumó otro factor que golpea a los inversionistas, que es el impacto cambiario. Detalló que el no tener proyectos dolarizados “les pegó en US$ 4 millones solamente el efecto del peso chileno frente al dólar” durante este ejercicio.
Pese a los cuestionamientos, también plantearon soluciones. Loureda sugirió dotar de más recursos a las administraciones que participan en las evaluaciones ambientales, propuesta que García apoyó, asegurando que incluso están dispuestos a aportar más capital si eso permite agilizar procesos.
Ley de permisos sectoriales
En la discusión también surgió la Ley Marco de Autorizaciones Sectoriales, pronta a promulgarse. Cosin valoró la iniciativa, aunque con cautela, debido a que “no es muy optimista” sobre sus impactos inmediatos.
Loureda consideró que la clave está en su modelo de implementación; mientras que García se mostró entusiasta, aunque con reservas.
“Conceptualmente, como idea, es muy buena. Pero no quiero ser pesimista. Yo ya he visto iniciativas parecidas en España, en Italia, en otros países, y no es tan fácil. Ojalá se implemente rápido y podamos ver el efecto, pero lo notaremos en los años por venir”, recalcó el ejecutivo de Zelestra.
El cierre del panel estuvo marcado por un reconocimiento al sector privado chileno. Loureda lo calificó como un actor que “funciona siempre”, mientras que Cosin destacó que cuenta con un tejido profesional “fantástico” y una comunicación fluida.
Desde Zelestra compartieron la misma visión y explicaron que, en los últimos años, han priorizado trabajar con socios privados, alejándose de las licitaciones estatales. “Nos hemos apartado de la relación público privada porque era muy difícil controlar plazos. La conversación también cuesta. Existe la Ley de Lobby, pero digamos que no siempre es una relación fluida y hemos preferido acercarnos más a socios en el sector privado”, concluyó García.