El rescate a la banca española fue anunciado hace dos semanas, pero sigue cubierto bajo un manto de dudas. Altas fuentes de la Unión Europea dijeron que el bloque está estudiando una fórmula para reducir el impacto que el millonario crédito tendría sobre la situación fiscal del gobierno español. Para ello Bruselas estaría evaluando la posibilidad de los préstamos se extiendan a plazos más amplios y con intereses más bajos, dijo un alto funcionario a Reuters.
La deuda del gobierno español pasó de 36,3% del PIB a fines de 2007 a 68,5% en 2011, y cuando reciba el rescate podría llegar a 90%, en medio de un sostenido aumento del riesgo soberano.
Ayer, España tuvo que pagar las tasas de interés más altas desde la introducción del euro para colocar deuda de corto plazo.
“Va a aumentar el déficit, pero no tanto como algunos temen, y los mercados entenderán lo que estamos haciendo”, dijo el funcionario en la cumbre del G20.
El funcionario confirmó que el ratio deuda-PIB de España aumentará, pero explicó que los menores costos de financiación y un calendario de amortización más largo aliviarán la carga. “Vamos a estudiar las modalidades para la entrega de la ayuda para reducir, en la medida de lo posible, los vínculos entre la deuda soberana y los bancos”, agregó.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mostró ayer su descontento por el programa de ayuda, que calificó como “tremendamente dañino” porque vincula el riesgo bancario al soberano.
España negoció durante semanas la posibilidad de que la ayuda se concediera directamente a la banca, pero no fue posible por la oposición de algunos países, liderados por Alemania.
Presión alemana
La canciller germana, Angela Merkel, renovó ayer las presiones sobre La Moncloa para que solicite oficialmente la ayuda. La jefa del gobierno alemán agregó que “es muy importante que haya claridad, rápidamente, sobre cómo va a ser la petición de ayuda española”.
La respuesta no tardó en llegar. “Más que Merkel, es España la que está interesada en recapitalizar los bancos, pero hay que hacer las cosas bien”, señaló una fuente del gobierno ibérico, que espera recibir mañana los informes de primera fase de las evaluadoras independientes Oliver Wyman y Roland Berger sobre las necesidades de capital de la banca.
El Ministerio de Economía español además debió salir a desmentir los rumores de que la segunda fase de las auditorías, a cargo de PwC, Deloitte, Ernst & Young y KPMG, se retrasaría de julio a septiembre.
En medio de las tensiones, España colocó ayer 3.000 millones de euros en letras a 12 y 18 meses, aunque tuvo que pagar tasas de 5,07% y 5,11% respectivamente, un incremento de cerca de 200 punto base respeto de la subasta anterior, hace apenas un mes.
Los acontecimientos tensionan aún más la subasta de mañana. España enfrenta vencimientos por casi 100.000 millones de euros este año, lo que multiplica las versiones de un rescate soberano.