Internacional
Calificadoras aplicaron 24 mejoras a países emergentes y sólo una en mundo desarrollado
La única economía avanzada que ha visto un alza en su nota de crédito en 2011 es República Checa.
Por: | Publicado: Lunes 29 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.
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Por Leonardo Ruiz Pereira
Las agencias calificadoras han estado en el ojo del huracán durante las últimas turbulencias de los mercados financieros y la crisis de deuda en Europa y EEUU. Los europeos las acusan de contribuir a la incertidumbre global con las consecutivas rebajas a países como Grecia e Irlanda, e incluso a EEUU.
Sin embargo, no se las puede acusar de ser pesimistas empedernidas, porque en el último año no sólo han aplicado recortes. Ya que así como han rebajado notas en economías desarrolladas, el contraste de alzas se concentra en los mercados emergentes.
Ese ha sido el caso de Uruguay, cuya clasificación quedó a un peldaño del grado de inversión en julio, luego de que Standard & Poor’s elevara su nota de BB a BB+. La modificación ocurrió un mes antes de que la misma agencia provocara asombro mundial al remover la máxima calificación triple A de EEUU.
Al comparar el historial de calificaciones soberanas de las tres grandes agencias, S&P, Moody’s y Fitch, los resultados son reveladores.
En 2011, las economías emergentes han sido las que concentran el mayor número de correcciones al alza, en parte por el crecimiento registrado por sus economías, impulsadas por la fábrica del mundo, China. Tal es el caso de Chile, Colombia, Uruguay y Brasil, que han visto mejorar su rating soberano. En total las naciones emergentes suman 24 upgrades en sus notas desde enero.
En la vereda opuesta, las tribulaciones del mundo desarrollado, tanto en Europa como en EEUU, han hecho que las agencias rebajen sus calificaciones a los más aproblemados por las crisis de deuda en varias ocasiones, como ocurrió con Grecia y Portugal. En el mundo desarrollado, las agencias sólo han aplicado mejoras a la calificación de una economía. Se trata de República Checa, que fue elevada por S&P a AA-. Múltiples rebajas
Por el contrario, las rebajas de notas entre las tres agencias acumulan 42, considerando todas las veces que cada una de ella redujo la calificación a un países determinado.
Los downgrades en el mundo desarrollado suman 19, contando a países que sucumbieron ante la crisis de deuda soberana de la eurozona o a Japón, que ha tenido un complicado período, intentando recuperarse del desastre natural y nuclear que lo golpeó en marzo.
Si bien las mayores potencias del mundo aún mantienen notas máximas, muchos expertos discrepan sobre la efectividad de estos ratings, recordando los años previos a la crisis mundial. S&P ha defendido su rebaja a EEUU, diciendo que muchos inversionistas están de acuerdo con la decisión.
Los países emergentes, en tanto, acumulan 39 rebajas este año, pero se debe tener en cuenta que diez de ellas corresponden a naciones de Medio Oriente, que se vieron afectadas por un aumento de la incertidumbre tras el estallido de una ola de agitación social y que ha sido denominada como la “primavera árabe”.
Las agencias calificadoras han estado en el ojo del huracán durante las últimas turbulencias de los mercados financieros y la crisis de deuda en Europa y EEUU. Los europeos las acusan de contribuir a la incertidumbre global con las consecutivas rebajas a países como Grecia e Irlanda, e incluso a EEUU.
Sin embargo, no se las puede acusar de ser pesimistas empedernidas, porque en el último año no sólo han aplicado recortes. Ya que así como han rebajado notas en economías desarrolladas, el contraste de alzas se concentra en los mercados emergentes.
Ese ha sido el caso de Uruguay, cuya clasificación quedó a un peldaño del grado de inversión en julio, luego de que Standard & Poor’s elevara su nota de BB a BB+. La modificación ocurrió un mes antes de que la misma agencia provocara asombro mundial al remover la máxima calificación triple A de EEUU.
Al comparar el historial de calificaciones soberanas de las tres grandes agencias, S&P, Moody’s y Fitch, los resultados son reveladores.
En 2011, las economías emergentes han sido las que concentran el mayor número de correcciones al alza, en parte por el crecimiento registrado por sus economías, impulsadas por la fábrica del mundo, China. Tal es el caso de Chile, Colombia, Uruguay y Brasil, que han visto mejorar su rating soberano. En total las naciones emergentes suman 24 upgrades en sus notas desde enero.
En la vereda opuesta, las tribulaciones del mundo desarrollado, tanto en Europa como en EEUU, han hecho que las agencias rebajen sus calificaciones a los más aproblemados por las crisis de deuda en varias ocasiones, como ocurrió con Grecia y Portugal. En el mundo desarrollado, las agencias sólo han aplicado mejoras a la calificación de una economía. Se trata de República Checa, que fue elevada por S&P a AA-. Múltiples rebajas
Por el contrario, las rebajas de notas entre las tres agencias acumulan 42, considerando todas las veces que cada una de ella redujo la calificación a un países determinado.
Los downgrades en el mundo desarrollado suman 19, contando a países que sucumbieron ante la crisis de deuda soberana de la eurozona o a Japón, que ha tenido un complicado período, intentando recuperarse del desastre natural y nuclear que lo golpeó en marzo.
Si bien las mayores potencias del mundo aún mantienen notas máximas, muchos expertos discrepan sobre la efectividad de estos ratings, recordando los años previos a la crisis mundial. S&P ha defendido su rebaja a EEUU, diciendo que muchos inversionistas están de acuerdo con la decisión.
Los países emergentes, en tanto, acumulan 39 rebajas este año, pero se debe tener en cuenta que diez de ellas corresponden a naciones de Medio Oriente, que se vieron afectadas por un aumento de la incertidumbre tras el estallido de una ola de agitación social y que ha sido denominada como la “primavera árabe”.