La agencia S&P rebajó el jueves la calificación crediticia de México en moneda extranjera a "BBB" desde "BBB +", y registró su perspectiva negativa, lo que refleja la posibilidad de que haya nuevas bajas a la nota soberana durante los siguientes 12 a 24 meses, dijo en un comunicado.
"La perspectiva negativa refleja la posibilidad de que bajemos las calificaciones del soberano durante los siguientes 12 a 24 meses, debido a una irregular o ineficaz ejecución de políticas que debiliten potencialmente las finanzas públicas, o debido a mayores pasivos contingentes fuera del presupuesto", según cita el texto.
La agencia además indica que supone que el gobierno tomará medidas para contener la ampliación del déficit fiscal y proyecta el incremento en la carga de la deuda soberana "como resultado de la desaceleración económica –provocada por los recientes shocks externos. Sin embargo, la prolongada debilidad de su desempeño fiscal y el consecuente aumento en la deuda, o el riesgo de una implementación débil de políticas, podría llevarnos a bajar nuevamente la calificación".
La calificación de crédito soberano en moneda local a largo plazo también fue rebajada a 'BBB +' desde 'A-' ", según el comunicado.
La perspectiva negativa, actualizada, indica los riesgos de una rebaja en los próximos 12-24 meses como resultado de la ejecución desigual o ineficaz de las políticas, un posible debilitamiento de las finanzas públicas, así como una presión creciente sobre el estado petrolero Pemex.
Como otra consideración, la agencia señala el cambio en la política de energía bajo el gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, que incrementa la dependencia de Pemex para la producción petrolera e inversión en México. Por lo que concluye que "si el perfil fiscal del gobierno general se mantiene débil durante un periodo prolongado; a pesar de cierta estabilización en la producción, el bajo desempeño operativo y financiero de Pemex y las limitaciones de su capacidad técnica podrían generar un pasivo contingente más significativo para la calidad crediticia del soberano".
Fundamento: Las calificaciones de México reflejan tanto las fortalezas como las debilidades de su democracia, que ha generado estabilidad política y cambios regulares de gobierno en las últimas dos décadas. Esto, sin embargo, no ha detonado dinamismo económico en comparación con otros mercados emergentes ni ha mejorado la seguridad pública. En nuestra opinión, los pronunciados shocks por el COVID-19 y por el precio del petróleo agravan el ya bajo crecimiento de México. La baja de calificación refleja la revisión de nuestras expectativas de que el crecimiento real del PIB per cápita se mantendrá por debajo del de sus pares que tienen un nivel similar de desarrollo económico.