Los mercados esperan que el Gobierno
de EE.UU. revise a la baja el crecimiento económico del segundo
semestre ante el pesimismo que han generado los últimos indicadores,
y que revelan que la recuperación está perdiendo fuelle a marchas
forzadas.
El próximo viernes el Departamento
de Comercio daría a conocer la revisión del crecimiento del Producto
Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre, que inicialmente se
calculó en el 2,4%.
La mayoría de los analistas ahora espera que la corrección fije
el ritmo de incremento entre el 1,2% y el 1,4%.
El mismo día, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke,
tomará la palabra en la reunión anual que se celebra en Jackson Hole
con los gobernadores de los bancos centrales de todo el mundo, y
donde se espera que dé a conocer su diagnóstico de la situación
económica.
Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso dado a
conocer ayer indicó que el plan de estímulo, que supuso el
desembolso de unos US$ 800.000 millones, aportó hasta unos
4,5 puntos porcentuales al crecimiento del PIB.
En medio de la discusión política han seguido apareciendo los
indicadores económicos que apuntan a una desaceleración de la
actividad y reflejan la persistencia del alto desempleo.
El Departamento de Comercio informó hoy que las ventas en julio
de casas nuevas disminuyeron un 12%, hasta una tasa
anualizada de 276.000 unidades, la más baja desde que se tiene
registros.
Ayer, la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces indicó
que en julio el ritmo de ventas de casas usadas disminuyó un 27,2% en julio, la mayor caída mensual registrada.
Otro informe del Gobierno mostró hoy que los pedidos de bienes
duraderos a las fábricas de Estados Unidos aumentaron un 0,3% en julio, el primer incremento en tres meses.
Pero aún ese incremento se debió, principalmente, al aumento del
75% en los pedidos de aviones. El sector manufacturero de
Estados Unidos muestra indicios de una desaceleración, tras haber
disfrutado una reactivación en los últimos meses.