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La industria aeroespacial de México comienza a tomar vuelo

La cercanía con EEUU ha dado un fuerte impulso al sector, sin embargo, la industria aún afronta desafíos importantes.

Por: | Publicado: Martes 23 de diciembre de 2014 a las 05:00 hrs.
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El sector manufacturero de México es reconocido por la producción de automóviles, productos de electrónica y artículos tecnológicos. Sin embargo, la industria aeroespacial se ha posicionado como un sector particularmente exitoso a pesar de tener poco más de una década de existencia. De manera relevante, la industria ha prosperado en diversas áreas del país, incluyendo los estados del norte que han experimentado un severo deterioro en sus condiciones de seguridad en los últimos años, al igual que en ubicaciones que se han mantenido indemnes al crimen organizado, como Querétaro. A pesar del notable desempeño de la industria hasta la fecha, aspectos clave aún deben ser abordados para que el crecimiento continúe.


Durante la cuarta Cumbre Aeroespacial de México, que se desarrolló en Querétaro a comienzos de octubre, se subrayó que la industria se ubica segunda a nivel global en términos de inversiones -superada sólo por la de Estados Unidos- y es decimocuarta en cuanto a producción. Según la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (FEMIA), el sector ha registrado una tasa de crecimiento anual promedio de más de 18% desde 2004, cuando el gobierno por primera vez publicó cifras de exportaciones por separado para el sector. En 2009 y 2012 México recibió más Inversión Extranjera Directa (IED) aeroespacial que ningún otro país en el mundo.

Historia de éxitos
Las cifras de FEMIA para 2013 muestran que el sector comprende más de 267 empresas en 18 estados. Los principales hubs se encuentran en los estados de la frontera del norte -particularmente Baja California (con 59 compañías), Sonora (45), Chihuahua y Nuevo León (ambos con 32), y Tamaulipas (11)- y el estado de Querétaro (con 33 compañías). La mayoría de estas empresas (79%) están enfocadas en la manufactura; 11% en mantenimiento, reparación y modificaciones; y 10% en diseño e ingeniería. Estimaciones para 2014 muestran que habrá cerca de 300 compañías operando en México para fines de año, y FEMIA anticipa que para 2015 haya más de 350 instaladas y operando.


Las razones detrás de este desarrollo del sector son las mismas que han impulsado otras industrias manufactureras de México: su proximidad con el mercado estadounidense, su participación en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA, sigla en inglés) -además de sus acuerdos de libre comercio con una docena de otros países en el mundo- su estabilidad macroeconómica y costos laborales competitivos.
El respaldo del gobierno federal, que en 2012 lanzó el Programa Estratégico de la Industria Aeroespacial (Pro-Aéreo), también ha sido fundamental. Incentivos tributarios, una reducción en la burocracia y la firma del acuerdos bilaterales de seguridad aérea con más de 40 países a fines de 2012 han ayudado a facilitar que las manufacturas de productos industriales sean embarcados a todo el mundo para mayores operaciones de ensamblaje.


Al igual que en muchos otros sectores, uno de los principales mercados para la industria aeroespacial de México es Estados Unidos. En 2004 México se ubicó como el décimo proveedor de exportaciones aeroespaciales a Estados Unidos; ahora es el sexto.


Entre 2004 -cuando las exportaciones totales llegaron a US$ 1.300 millones- y 2013, las exportaciones crecieron más que cuadruplicándose a US$ 5.500 millones, según cifras del Ministerio de Economía. Para 2014 FEMIA está pronosticando un crecimiento anual de 15%.


La organización también espera que las exportaciones de la industria lleguen a más de
US$ 7.500 millones, con 30% de los productos manufacturados utilizando contenido local.

Persisten desafíos
A pesar del acelerado crecimiento registrado hasta ahora, aún existen áreas que requieren atención para permitir que mayores inversiones fluyan hacia el país. Estas incluyen el desarrollo de un sistema de suministro local. Según la FEMIA, hay menos de 100 proveedores de manufacturas de equipos originales (OEM) operando actualmente en México para cuatro grandes fabricantes, Airbus (de Francia), Boeing (EEUU), Bombardier (Canadá) y Embraer (Brasil), y la mayoría son compañías extranjeras. Un factor crítico es que los proveedores también deben obtener certificaciones internacionales -como ISO-9001, AS9100 y NADCAP- lo que normalmente significa un proceso largo y significativos desembolsos iniciales.


Acceder a recursos humanos calificados también es un desafío clave. Un ex director de la FEMIA, Luis Lizcano, ha afirmado que, a pesar de los enormes esfuerzos de las instituciones educativas del país para producir trabajadores capacitados, seguir el paso al ritmo de crecimiento del sector exige aún mayores esfuerzos. Sin embargo, las perspectivas para la industria son positivas, ya que México produce un alto número de graduados de ingeniería , pese a que estos tienden a enfocarse más en el sector automotor. Según Lizcano, existen importantes diferencias entre ambos sectores, particularmente dadas las capacidades y certificaciones requeridas en las manufacturas aeroespaciales, que son mayores. La producción en el sector automotor es de volumen alto y mezcla baja, mientras que en la aeroespacial es de volumen bajo y mezcla alta, es decir, que se fabrica una mayor variedad de productos, pero en menores números.


El estado de Querétaro ha sido emblemático en asumir el desafío planteado para impulsar al sector. Al compromiso de las autoridades locales de construir una Universidad Aeronáutica Nacional para capacitar ingenieros le siguió la llegada de Bombardier al estado en 2005. Hoy, dos tercios de los empleados de la compañía en su planta de Querétaro provienen de la universidad. Otras universidades del país también están estableciendo programas técnicos.


Todavía está por verse si la industria estará a la altura de los desafíos que afronta para mantener su ritmo de crecimiento. Lo que es seguro es que si no se producen progresos en las dos áreas clave de sistemas de suministro local y recursos humanos, no podrá alcanzar las ambiciosas metas trazadas por Pro-Aéreo para 2020. Estas incluyen: posicionar al sector mexicano centro del top ten a nivel mundial, alcanzar exportaciones por US$ 12 mil millones, incrementar los empleos desde los actuales 43.000 a 110.000 y elevar la proporción de contenido local en las manufacturas de la industria a 50%.

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