Estadounidenses celebran Acción de Gracias con menos viajes por la crisis
Durante la festividad del Día de Acción de Gracias habrá 600.000 personas menos en las carreteras, los aeropuertos y las estaciones de trenes que el año pasado.
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Los estadounidenses celebran hoy el
Día de Acción de Gracias, la festividad más típica y más sabrosa de
su país, en medio de la austeridad por la crisis económica, que hará
que disminuyan los viajes por primera vez desde 2002.
La caída drástica del precio de la gasolina, que ahora se vende a
menos de US$05 por litro,
no compensará los problemas económicos que sufren las familias, que
se quedarán más cerca de casa, según la Asociación Estadounidense
del Automóvil (AAA, por su sigla en inglés).
Durante la festividad del Día de Acción de Gracias habrá 600.000
personas menos en las carreteras, los aeropuertos y las estaciones
de trenes que el año pasado, de acuerdo con la organización.
Se tratará del cuarto día festivo en el que caiga el número de
viajantes, si se cumplen los pronósticos.
"El estado general de la economía sigue presentando desafíos
reales para algunos estadounidenses que quieran viajar durante este
Día de Acción de Gracias", dijo el presidente de la AAA, Robert
Darbelnet, en un comunicado.
Aún así, 41 millones de estadounidenses se desplazarán por lo
menos 80 kilómetros para estar con su familia en la festividad que
más movimiento genera en Estados Unidos, pues supera incluso a la
Navidad.
En ella, los estadounidenses conmemoran la comida de
agradecimiento a Dios que, según la tradición, prepararon los
primeros colonos en su nueva tierra.
"En éste, mi último Día de Acción de Gracias como su presidente,
les agradezco la buena voluntad, las palabras amables y las
oraciones de corazón que muchos de ustedes me han dando en los
últimos ocho años", dijo Bush.
Sin embargo, el mandatario, que esperaba tener un día tranquilo
rodeado de los suyos ha pasado el día pendiente de los atentados en
Bombay en los que más de cien personas han muerto y 287 han
resultado heridas.
A primera hora telefoneó al primer ministro indio Manmohan Singh
para expresarle sus condolencias y ofrecerle el apoyo necesario.
Mientras tanto, los estadounidenses se preparan para cumplir con
otra de las tradiciones más arraigadas en estas fechas, al asalto a
las tiendas en el conocido como "black friday" (viernes negro).
Muchos de ellos incluso esperan de madrugada a que abran las
puertas para aprovechar las ofertas extraordinarias con las que los
empresarios atraen a las masas.
Sin embargo, este año las cosas previsiblemente también serán
diferentes.
En octubre el gasto personal cayó un 1%, la mayor
baja desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001,
lo que exacerba la tendencia registrada con el agravamiento de la
crisis en los últimos meses.
Las familias han recortado su consumo, que supone un 70% de la economía estadounidense, ante el aumento del desempleo,
la caída del valor de su vivienda y la pérdida de riqueza en sus
inversiones en bolsa y planes de pensiones.
Incluso las ventas por Internet han disminuido un 4% en
lo que va de noviembre, en comparación al mismo período del año
pasado, lo que supone la primera caída en la historia, según la
empresa de análisis comScore.
Como respuesta, algunas tiendas pretenden ampliar los descuentos
que caracterizan al Viernes Negro, que recibe ese nombre porque las
cuentas del año de las tiendas pasan de los números rojos a los
números negros.