Los ministros de Finanzas de la zona euro acordaron hoy por unanimidad conceder un plan de asistencia financiera a Portugal de hasta US$ 110.061 millones sobre la base de un programa negociado entre la Unión Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las autoridades portuguesas.
Según el comunicado adoptado por los ministros, "las autoridades portuguesas se "comprometen a alentar a los inversionistas privados a mantener su exposición conjunta (a la deuda del país) sobre una base voluntaria", que era una de las condiciones exigidas por Finlandia para dar su visto bueno al rescate de Portugal.
El rescate de US$ 110.061 millones, que cubrirá las necesidades de financiación de Portugal durante tres años, será aportado a partes iguales por el FMI y los dos instrumentos con que cuenta actualmente la UE: el fondo de rescate de los países del euro (EFSF, según sus siglas en inglés) y el fondo garantizado por el presupuesto europeo (EFSM, según sus siglas en inglés), a razón de US$ 36.68 millones para cada uno.
En el comunicado, los ministros de Finanzas del euro aseguran que la decisión de otorgar ayuda a Portugal servirá para "garantizar la estabilidad financiera de la zona euro y de la Unión Europea en su conjunto".
Asimismo, consideran que el "ambicioso" programa de ajustes y reformas acordado por los técnicos de la UE y el FMI con las principales fuerzas políticas portuguesas en Lisboa permitirá afrontar los restos "fiscales, financieros y estructurales" de la economía portuguesa, así como salvaguardar "a los grupos más vulnerables de la sociedad" lusa.
Este programa se basa en tres pilares: saneamiento de las cuentas públicas hasta reducir el déficit público al 3% del PIB en 2013, reformas estructurales para aumentar el potencial de crecimiento económico como el mercado de trabajo y el sistema judicial, y medidas para reforzar el sector financiero.
Los ministros se felicitaron por el apoyo que han expresado las principales fuerzas políticas portuguesas al programa, anunciado el pasado 5 de mayo por las autoridades lusas, e hicieron un llamamiento a las mismas para garantizar "una rigurosa y rápida" puesta en marcha del mismo.