Internacional

Falta de líder impide a oposición argentina capitalizar descontento

Un 43% de la población tiene una mala imagen de la presidenta, pero el rechazo a los sectores rivales del gobierno llega a 70%.

Por: | Publicado: Miércoles 14 de noviembre de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Marco Fajardo



El domingo pasado, el jugador argentino Germán Denis del club de fútbol Atalanta en Italia celebró uno de sus dos goles ante el Inter con una camiseta que tenía una “K” tachada.

“No fue una protesta política ni una crítica al gobierno (de la presidente Cristina Fernández de Kirchner). Sólo era para llamar la atención a las autoridades por la inseguridad”, explicó luego, en referencia a un reciente intento de robo que sufrió su familia, además del asesinato de su cuñado en 2007 en el sur de Buenos Aires en un asalto.

La delincuencia, junto a la inflación y los controles cambiarios, es uno de los principales reclamos de los argentinos.

El martes habrá una nueva huelga general, la segunda desde junio, en otra muestra del malestar existente con el gobierno tras la multitudinaria protesta del 8 de noviembre (8N).

La coyuntura política también está marcada por la Ley de Medios, que exige al Grupo Clarín deshacerse de numerosos activos, a lo cual el consorcio se opone. El gobierno ha señalado que Clarín tiene plazo hasta el 7 de diciembre, cuando vence un recurso judicial interpuesto por la empresa dueña de numerosos canales, diarios y radios.

También hay tensión por lo que definirá un tribunal de EEUU el viernes sobre cómo debe pagar Argentina a los acreedores que quedaron fuera de los canjes de 2005 y 2010, así como los vencimientos por US$ 3.000 millones que enfrenta en diciembre. Estos podrían verse afectados por la decisión, ya que una opción es que parte del dinero a para sea destinados a los reclamantes “fondos buitre”.



Oposición atomizada


Sin embargo, la falta de liderazgos claros en una oposición atomizada, que también ha sido criticada por carecer de propuestas, impide capitalizar el descontento.

“La protesta del 8N ha sido una de las más relevantes de la historia y ha debilitado al gobierno, pero su desarrollo hacia el futuro es incierto”, señala el analista trasandino Rosendo Fraga. “Da una oportunidad a la oposición, quedando planteada la cuestión de qué sector o dirigente opositor logrará canalizarla en mayor medida”.

Estos movimientos de protesta ciudadana “pueden generar cambios políticos importantes, pero que no tienen capacidad de capitalizarlos y terminan beneficiando por lo general a fuerzas políticas preexistentes”, señaló.

Seis de cada diez argentinos desaprueba la gestión de la presidenta y más del 80% se opone a una eventual nueva reelección de la mandataria, de acuerdo con una encuesta del 4 de noviembre.

Según la consultora Management & Fit, 43% de los encuestados tiene mala imagen de la mandataria, que enfrenta elecciones legislativas en 2013. Sin embargo, el deterioro afecta también a la debilitada y fragmentada oposición argentina, cuya labor desaprueban un 70%.

Eso explica que ningún líder de la oposición pueda capitalizar el descontento.

El líder del PRO y alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, es fuerte en la capital pero posee escaso arrastre al interior del país, y ni siquiera participó en los comicios presidenciales de 2011 que el oficialismo ganó con 54%.

La Unión Cívica Radical, adversario histórico del peronismo gobernante, entonces obtuvo apenas 11%, un tercer puesto detrás del Partido Socialista, que obtuvo 16%.

“A esta altura hay que decir que la oposición, en general, se montó en el clima de las marchas pero no avanzó en definiciones que pudieran darle carnadura política, es decir sin entrar en el ripioso camino de la propuesta”, concluyó hace poco el analista Edgardo Mocca.

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