La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) inició hoy una reunión de dos días que se
espera concluya sin cambios en su política monetaria y que coincide con un
acalorado debate sobre la continuidad de Ben Bernanke al frente de la
institución.
Para que Bernanke siga en el cargo, se requiere que el Senado lo confirme para
un segundo mandato de cuatro años como presidente del banco central, algo que
en un principio se creyó no originaría problemas.
Y es que, pese a haber sido nombrado por el anterior presidente de EE.UU., el
republicano George W. Bush, Bernanke ha ganado el apoyo de Barack Obama, quien
ha alabado su gestión y propuso el pasado agosto prolongar su mandato.
Aunque la Casa Blanca
insiste en que Bernanke logrará los 60 votos necesarios en el Senado, de un
total de 100, para continuar al frente de la Reserva Federal
(Fed) durante la audiencia de confirmación prevista para finales de esta
semana.
A la espera de que se materialice ese desenlace, continúa abierto el debate
sobre el papel desempeñado por Bernanke durante los últimos años, algo que
podría erosionar su liderazgo, hasta ahora raramente cuestionado.
Sus partidarios, encabezados por el propio Obama, consideran, por el contrario,
que Bernanke ha hecho un trabajo "excelente" a la hora de estabilizar
una economía al borde del abismo.