Geithner buscará calmar inquietud de China sobre el aumento de la deuda
Con casi US$800.000 millones invertidos en bonos del Tesoro, China es el mayor acreedor de Estados Unidos.
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El secretario del Tesoro de Estados
Unidos, Timothy Geithner, intentará calmar la inquietud expresada
por China sobre el aumento de la deuda de su país en una visita a
Pekín la próxima semana, según una fuente del Gobierno.
"Si el tema del déficit sale a colación, estamos totalmente
preparados para hablar de él", dijo a la prensa un alto funcionario
del departamento del Tesoro, que pidió no ser identificado.
La respuesta que tiene lista es que el Gobierno reducirá el
déficit tan pronto como el país salga de la recesión, y que para
China los mercados financieros estadounidenses siguen siendo muy
atractivos por su estabilidad y liquidez, según explicó la fuente.
Con casi US$800.000 millones invertidos en bonos del
Tesoro, China es el mayor acreedor de Estados Unidos.
El Gobierno de Beijing manifestó su preocupación por el aumento de
la deuda estadounidense y la posibilidad de que se dispare su
inflación en el futuro debido a la laxitud monetaria, lo que
erosionaría el valor de sus activos en dólares.
Se espera que este tema surja en las entrevistas que sostendrá
Geithner en China, que visitará el 1 y 2 de junio, y que incluyen
encuentros con el presidente, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen
Jiabao.
Al mismo tiempo, el secretario del Tesoro enfatizará "la
importancia de poner las bases para un crecimiento equilibrado y
sostenido en el futuro", según el funcionario.
Washington desea un cambio en la economía china para que pase a
depender más de la demanda interna, en lugar de concentrarse en las
exportaciones, como en los últimos años, cuando Estados Unidos
acumuló grandes déficit comerciales y China amplios superávit.
Para ello, también es necesaria, a juicio del Gobierno
norteamericano, más flexibilidad en el tipo de cambio, un tema muy
delicado en Washington.
La industria nacional se queja de que China mantiene una tasa
cambiaria artificialmente baja, lo que abarata sus productos y
perjudica a sus competidores estadounidenses.
Durante una audiencia en el Senado de confirmación en su cargo,
Geithner dijo que China efectivamente manipulaba el valor de su
divisa, pero desde entonces el Gobierno de Barack Obama ha preferido
adoptar un tono conciliador con el gigante asiático.