El gobierno alemán mantiene sus pronósticos
de crecimiento económico para este año y el siguiente, en 1,7% y un
1,2%, respectivamente, por considerar que no se prevé un
retroceso en la coyuntura.
No hay motivos para cambiar las previsiones de crecimiento
económico, indicó hoy el vice-portavoz del gobierno, Thomas Steg,
quien destacó la evolución positiva en algunos sectores económicos y
el buen funcionamiento de la exportación.
El portavoz añadió, asimismo, que estos pronósticos se hicieron
en su momento con la debida cautela, precisamente para no levantar
falsas expectativas.
El gobierno salió así al paso a la previsiones negativas de
algunos expertos, advirtiendo de los efectos en la economía alemana
de la mala coyuntura internacional.
A estos análisis se sumó el informe mensual de julio del
Bundesbank (Banco Emisor), que preveía un descenso del Producto
Interior Bruto (PIB) en el segundo trimestre del año de un 0,5% respecto al primero.
La última vez que la economía alemana sufrió un retroceso fue en
el tercer trimestre de 2004, en que el PIB alemán bajó un 0,2%.
El informe del Bundesbank constataba que en la primavera la
economía germana no pudo mantener el elevado nivel de productividad
del primer trimestre del año, cuando alcanzó un fuerte crecimiento
del 1,5%.