Por María Ignacia Alvear C.
Si bien los griegos se salvaron de caer en default tras el pago a último minuto de un bono a acreedores, no corrieron la misma suerte a la hora de formar un gobierno de coalición. Tras nueve días de reuniones, los líderes helenos desistieron de la tarea y decidieron convocar a nuevas elecciones, lo que amenaza con acelerar una posible salida de la nación de la eurozona.
Se espera que la segunda elección produzca una división similar en el parlamento a la que hay ahora, con los opositores al rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE) consolidando el terreno ganado y elevando las probabilidades de una coalición anti-rescate que no cumplirá con las medidas de austeridad.
Este impasse político significa que las elecciones se realizarán a mediados de junio, entre el 10 y el 17 de ese mes, y con altas posibilidades de que el partido anti rescate, el Syriza, consiga un alto porcentaje de adhesión. Líderes europeos han dicho que detendrán la ayuda si no se mantienen las promesas hechas a cambio del rescate. Si eso sucede, Grecia podría quedarse sin dinero a comienzos de julio.
El ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, dijo que Grecia debe elegir un gobierno que se apegue a los términos del rescate internacional para poder continuar en la eurozona.
El anuncio de nuevas elecciones “No cambia la situación: el programa está acordado. Necesitamos un gobierno que sea capaz de tomar decisiones”, dijo Schaeuble durante una rueda de prensa en Bruselas.
Por otro lado, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, afirmó en una entrevista televisiva que la salida de Grecia de la zona euro “sería una situación extremadamente costosa y con grandes riesgos, pero que estamos obligados a analizar desde un punto de vista técnico”. Lagarde dijo que si no se respetan los compromisos “habrá que proceder a revisiones”, entre las que no descartó “una salida ordenada” de la zona euro.
Nuevo canje
Por ahora logró salvarse de la quiebra al cumplir con el pago a los tenedores de bonos de 435 millones de euros (US$ 552 millones) que no quisieron sumarse a una reestructuración de deuda de marzo, pese a haberles dicho a los que aceptaron su oferta de canje que de otro modo no conseguirían nada. La decisión evita litigios con los bonistas, pero molestará al 97% de los acreedores, principalmente bancos europeos, que acordaron aceptar el canje inicial. Una fuente cercana a los acreedores privados envueltos en el canje, consultada por Reuters, calificó la decisión de “escandalosa” y deseó a Grecia “buena suerte para la próxima reestructuración”.
Apoyo de Merkel
Durante la reunión que sostuvieron ayer la canciller alemana, Angela Merkel, y el nuevo mandatario francés, François Hollande, ambos líderes señalaron que “respetan” la decisión de Grecia de celebrar nuevas elecciones y estuvieron a favor de que siga en la eurozona. “Queremos que Grecia permanezca en el euro. Sabemos que la mayoría de los griegos lo quieren”, acotaron. Merkel afirmó, además, que está dispuesta a ayudar con medidas estructurales y a favor del crecimiento cuando sea posible.