Grecia descubrió
que el Estado ha estado pagando pensiones a personas que habían fallecido. Y en
algunos casos lo ha hecho durante más de un década, según informa la BBC.
En el proceso
de análisis de los gastos públicos en que se encuentra inmerso, el país heleno
ha descubierto que 321 pensionistas que figuraban en registro con una edad
superior a cien años habían muerto.
Eso sí, su
prestación seguía ingresándose regularmente. George Koutroumanis, segundo del
Ministerio de Trabajo, ha calificado la situación de "increíble" y ha
señalado que ahora el Estado está revisando los casos de algunos nonagenarios.
Koutroumanis
cree que se trata de un fenómeno propio del 'Tercer Mundo'. "No se puede
permitir en un país que quiere ser llamado un país europeo", añade
El Gobierno
ha contado con la ayuda policial para descubrir que el dinero de las pensiones
se seguía ingresando en las cuentas bancarias de los fallecidos. Y, aunque
supone un número de personas poco significativo, proporcionalmente tiene un
peso muy elevando entre los mayores de cien años en el país.