El precio de la onza de oro al contado marcaba un nuevo récord al superar la barrera de los US$ 1.700 por onza en el mercado de Londres, tras situarse en US$ 1.709,75, al revalorizarse un 2,69 % en la sesión, consolidando su valor como inversión refugio.
Pese a la intervención del Banco Central Europeo (BCE) en la compra de bonos de Italia y España, lo que ha reducido la tensión en el mercado de deuda, la incertidumbre y la volatilidad ha continuado en las principales bolsas europeas, una vez el Dax alemán cedía cerca de un 2,5%, mientras que el Footsie londinense y el Cac parisino registraban pérdidas por encima del 1,5%.
El Mib de Milán y el Ibex 35 español mantenían el tono positivo pero con exiguos avances inferiores al 0,5%.
Esta situación de volatilidad en los mercados de renta variable contribuyen a la tensión vivida en las últimas semanas en los mercados de deuda (renta fija), y lleva a los inversores a situarse en un valor seguro como el oro, ante las turbulencias en los mercados.
El nuevo récord alcanzado viene a confirmar la línea ascendente que vive el valor desde los inicios de la crisis, dada la alta demanda por los temores ante cualquier otra inversión menos segura.
En los tiempos de calma económica, el oro cotizaba en valores muy bajos, en 2002 por debajo de US$ 200 la onza, mientras que en septiembre de 2007, cuando comenzaban los primeros síntomas de la crisis financiera, la onza comenzó a incrementarse y se cotizaba en torno a US$ 700.
Hace un año el precio de la onza de oro se movía en el entorno de los US$ 1.200, mientras que en su primera cotización de 2011 registró un precio de US$ 1405,50.
A comienzos de la pasada semana, la onza de oro cotizaba a US$ 1.613, con lo que en tan sólo una semana se ha revalorizado en casi US$ 100 dólares, tras una semana negra en las bolsas europeas y en medio de las dudas por la deuda soberana de Italia y de España.