De forma sorpresiva después de los sólidos datos del fin de semana, las autoridades chinas informaron ayer que el crecimiento de las exportaciones de la principal economía asiática se ralentizó bruscamente a 2,9% en noviembre, cifra muy por debajo del 9% que esperaban los analistas y lejos del 11,6% registrado en octubre.
“El sector exterior se mantiene frágil, aunque actividades de manufactura reciente han mostrado signos convincentes de estabilización y una recuperación gradual”, comentó a Reuters Connie Tse, economista de Forecast Pte en Singapur. “Estimo que el crecimiento en las exportaciones se recuperará a lo largo de 2013, pero es probable que sea gradual y volátil en ausencia de un mejoramiento en la zona euro”, agregó.
Según los expertos, una de las razones de las débiles exportaciones es el término en noviembre de los envíos de celulares para la temporada navideña. China es el mayor exportador de estos dispositivos.
Las importaciones se mantuvieron sin cambios durante el año. Sin embargo, la cifra esconde un aumento en las importaciones de petróleo, hierro y cobre, datos que según los analistas apoyan la idea que la actividad doméstica está resurgiendo.
Las importaciones de cobre crecieron 13,5%, impulsadas por la llegada de envíos atrasados por el feriado nacional de octubre que duró una semana.
Con todo, los datos de comercio representaron el desempeño más débil de las exportaciones y las importaciones desde agosto y contrastaron con las buenas cifras domésticas publicadas el fin de semana.
La producción industrial creció 10,1% en noviembre, el ritmo más rápido desde marzo y por sobre la estimación de 9,8%. Las ventas del retail subieron 14,9% el mes pasado, el mayor nivel desde marzo. La inversión de activos fijos, es decir, el gasto en infraestructura, se mantuvo firme en 20,7% en los primeros once meses del año.