Las acciones de Oracle registran su mayor caída en más de 24 años, después de que la compañía reportara un aumento en el gasto en centros de datos de IA y otros equipos, desembolsos crecientes que están tardando más en traducirse en ingresos por servicios de computación en la nube de lo que los inversionistas desean.
El gasto de capital, una métrica del gasto en centros de datos, fue de alrededor de US$ 12.000 millones en el trimestre, un aumento desde US$ 8.500 millones en el periodo anterior, dijo la compañía este miércoles en un comunicado. Los analistas anticipaban US$ 8.250 millones en gasto de capital en el trimestre, según datos recopilados por Bloomberg.
Las ventas de servicios en la nube del segundo trimestre fiscal aumentaron un 34% a US$ 7.980 millones, mientras que los ingresos en el negocio de infraestructura, un rubro muy observado por el mercado, crecieron un 68% a US$ 4.080 millones. Ambas cifras se ubicaron ligeramente por debajo de las estimaciones de los analistas.
Las acciones se desplomaron hasta un 16% tras la apertura del jueves en Nueva York, su mayor caída intradía desde marzo de 2001, borrando alrededor de US$ 102.000 millones en valor de mercado. El papel de Oracle ya había perdido cerca de un tercio de su valor hasta el cierre del miércoles, desde un máximo histórico registrado el 10 de septiembre. Mientras tanto, una medida del riesgo crediticio de Oracle alcanzó un nuevo máximo de 16 años.
Conocida por su software de bases de datos, Oracle ha cosechado recientemente éxito en el competitivo mercado de computación en la nube. Está llevando adelante una enorme expansión de centros de datos para impulsar el trabajo de IA para OpenAI y también cuenta a empresas como TikTok, de ByteDance, y Meta Platforms como importantes clientes de la nube.
Las obligaciones de desempeño restantes (remaining performance obligation), una medida de reservas o compromisos futuros, saltaron más de cinco veces hasta US$ 523.000 millones en el trimestre, que terminó el 30 de noviembre. Los analistas, en promedio, estimaban US$ 519.000 millones.
Aun así, Wall Street ha expresado dudas sobre los costos y el tiempo requerido para desarrollar infraestructura de IA a esa escala masiva. Oracle ha tomado importantes montos de deuda y se ha comprometido a arrendar múltiples centros de datos.
El costo de proteger la deuda de la compañía contra un default durante cinco años subió hasta 0,17 punto porcentual, a alrededor de 1,41 punto porcentual anual, el mayor nivel intradía desde abril de 2009, según ICE Data Services. El indicador aumenta a medida que disminuye la confianza de los inversores en la calidad crediticia de la empresa. Los derivados crediticios de Oracle se han convertido en un barómetro de riesgo de IA en el mercado crediticio.
“Oracle enfrenta un creciente escrutinio por una expansión de centros de datos financiada con deuda y un riesgo de concentración en medio de dudas sobre el resultado de la incertidumbre del gasto en IA”, dijo Jacob Bourne, analista de Emarketer. “Este incumplimiento de ingresos probablemente exacerbará las preocupaciones entre inversores ya cautelosos sobre su acuerdo con OpenAI y su agresivo gasto en IA”.
Los inversionistas quieren ver que Oracle convierta su mayor gasto en infraestructura en ingresos tan rápido como ha prometido.
Oracle ahora espera que el gasto de capital alcance alrededor de US$ 50.000 millones en el año fiscal que termina en mayo de 2026 -un aumento de US$ 15.000 millones frente a su previsión de septiembre-, dijeron ejecutivos en una conferencia telefónica tras publicarse los resultados.
“La gran mayoría de nuestras inversiones de capex son para equipos que generan ingresos y que se están incorporando a nuestros centros de datos, y no para terrenos, edificios o energía, que en conjunto están cubiertos mediante contratos de arrendamiento”, dijo el director financiero, Doug Kehring, durante la llamada. “Oracle no paga estos arrendamientos hasta que los centros de datos terminados y los servicios públicos correspondientes nos son entregados”.
Los ingresos anuales serán de US$ 67.000 millones, reafirmando una proyección que la compañía había dado en octubre.
“Como principio fundamental, esperamos y estamos comprometidos a mantener nuestra calificación de deuda con grado de inversión”, añadió Kehring.