El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, pidió hoy
aumentar la producción de alimentos en un 50% para el año 2030 y superar así la
crisis alimentaria mundial, durante su discurso ante la cumbre de seguridad
alimentaria que comenzó hoy en Roma.
"El mundo necesita producir más comida. La producción
necesita crecer en un 50% para el año 2030 con el objetivo de copar la actual
demanda", dijo.
También exigió pasar de las palabras a la acción y requirió
un consenso mundial para la utilización de los biocombustibles, así como otras
medidas con las que paliar la crisis alimentaria.
El máximo responsable de la ONU recordó que en el mundo
existen 850 millones de personas hambrientas y que el Banco Mundial ha previsto
que en los próximos años aumente en otros cien millones si no se toman medidas
para paliar la crisis alimentaria: "Todos ustedes conocen la severidad y
la escala de la actual crisis mundial" y "las amenazas son
obvias", dijo el secretario general de la ONU a los delegados de los 191 países
que participan en la cumbre.
Sin embargo, destacó que la cumbre es "una oportunidad
para revisar las políticas", que deben tanto "responder
inmediatamente a los altos precios" como "aumentar la seguridad
alimentaria mundial a largo plazo". Entre las medidas que recetó para
alcanzar esos objetivos destacó "el aumento de la asistencia a través de
la ayuda en comida, vales o dinero", y "el ajuste del comercio y de
las políticas de fiscalidad para minimizar las restricciones y las tarifas a la
importación".
Por ese motivo, rechazó las "limitaciones impuestas a
la exportación" por algunos países que pueden "distorsionar los
mercados y subir los precios". Solicitó "el levantamiento de esas
restricciones a la exportación" a todas las naciones que la han impuesto.
También requirió que el ajuste del comercio y de las políticas fiscales sobre
la agricultura estén ligadas a una rápida resolución de las negociaciones en la
ronda de Doha y una mayor inversión en la agricultura de todo el mundo.
El secretario general de la ONU calculó en unos 15.000 a 20.000 millones
de dólares el esfuerzo anual que deberán llevar a cabo los países en desarrollo
y los donantes para poder doblar la producción mundial de alimentos.