Varios países europeos
anunciaron hoy que cooperarán con sus socios y fexibilizarán sus regalas respecto al secreto bancario, cediendo así a las presiones de los integrantes del G-20.
La noticia fue acogido hoy con satisfacción en Bruselas, como una
muestra de que la crisis está estrechando el cerco contra los
paraísos fiscales.
En las últimas horas, Suiza, Austria, Luxemburgo, Liechtenstein y
Andorra han informaron que asumirán, en mayor o menor medida, los
estándares de transparencia en materia fiscal que exige la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La perspectiva de verse incluidos como paraísos fiscales o plazas
no cooperadoras en la "lista negra" que la OCDE prepara para la
próxima cumbre del G-20, en donde se abordará la reforma del sistema
financiero internacional, les llevó a dar muestras de
flexibilidad.
"Están inquietos", reconocía hoy en Bruselas una fuente
diplomática, en alusión particularmente a los países que defienden el secreto
bancario que son miembros de la UE: Austria y Luxemburgo sobre todo,
pero también Bélgica y territorios dependientes del Reino Unido.
Hasta ahora dichas naciones no habían cedido ante las solicitudes del G-20 porque la legislación de la
UE blinda el secreto bancario, ya que cualquier norma europea de
carácter fiscal ha de ser aprobada por unanimidad, lo que les
confiere poder de veto ante eventuales cambios.
Pero en los últimos meses, debido a la crisis financiera, las
principales economías del mundo desarrollado y emergente se están
coordinando en el G-20, donde los países de secreto bancario no
están representados, con la intención de acabar con las excepciones
y los agujeros regulatorios y fiscales.
Con sus arcas públicas mas vacías, Estados Unidos, Alemania,
Francia e incluso el Reino Unido lideran el movimiento para
perseguir hasta el último céntimo evadido.