Se han escrito cientos de páginas contando los éxitos de Nokia y su capacidad de innovación. Sin embargo, la empresa finlandesa ha ido cediendo terreno ante sus rivales y la semana pasada admitió que corre un peligro mortal.
El anuncio de una alianza con Microsoft parece casi una medida desesperada para recuperar parte de la cuota de mercado
perdida ante Apple y Google en los
smartphones
y ante fabricantes chinos en los teléfonos de bajo rango.
La jugada, que podría ser el mayor cambio de estrategia de la firma desde los ‘80, no convenció a los inversionistas. El viernes las acciones de Nokia cayeron 14%, su máximo en siete meses.
“Cuando se enfrenta un incendio, hay que moverse porque se expande rápidamente. Esta sociedad tomará tiempo en implementarse. Eso es lo que podría matar a Nokia”, comentó a Bloomberg el analista de Sanford C. Bernstein, Pierre Ferragu.
Para los próximos años, Nokia continuará vendiendo aparatos basados en el sistema operativo Symbian, el que ha recibido una lluvia de críticas, mientras refuerza el uso del Windows Phone de Microsoft.
Los analistas dudan que los consumidores estén dispuestos a comprar teléfonos con Symbian sabiendo que no estará disponible por mucho tiempo más, por lo que es probable que la compañía siga perdiendo participación de mercado.
Adiós a Meego
Hace un año, Nokia presentó la plataforma Meego, como la nueva apuesta para sus
smartphones
y para el eventual desarrollo de
tablets
. Sin embargo, el director ejecutivo de la firma, Stephen Elop, ha sugerido que el sistema operativo, que había sido desarrollado en conjunto con el fabricante de
chips
Intel, podría no ser capaz de transformarse en una plataforma masiva.
Elop planea además “reducir sustancialmente” el presupuesto en investigación y desarrollo que representa un gasto de US$ 8.100 millones, cuatro veces más que el de Apple. La medida incluirá el recorte de trabajos.
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