Una carrera de dos velocidades correrá Latinoamérica el próximo año. Mientras Perú y Colombia siguen avanzando gracias a una serie de reformas y de apertura comercial, Brasil confirmó este año que las raíces de la desaceleración son estructurales. Argentina, por su parte, enfrenta crecientes riesgos por la intervención del gobierno en la economía.
Los analistas coinciden en que las principales amenazas para la región provienen del exterior: la economía de la zona euro seguirá contraída el próximo año, como confirmó el Banco Central Europeo la semana pasada; Estados Unidos aún no presenta avances notables en las negociaciones para evitar un abismo fiscal; y China continuará creciendo con menos impulso.
En un informe sobre las perspectivas para Latinoamérica, titulado “Optimismo más allá del ciclo de 2013”, economistas de Morgan Stanley apuestan a que la economía de la región seguirá creciendo por sobre la tendencia, pero ligeramente por debajo de este año.
Los riesgos a la baja, según el informe, son externos, con la excepción de Venezuela y Argentina, lo que da espacio para que los gobiernos se embarquen en una agenda de reformas, que podría asegurar un crecimiento sostenible en los próximos años.
En este sentido, los analistas están optimistas respecto de la nueva administración de Enrique Peña Nieto en México y su impulso por reformas, y de lo que pase con la reforma tributaria y el programa de infraestructura de Colombia.
En el caso de Brasil, el equipo liderado por Gray Newman espera que las autoridades comiencen a enfrentar uno de los desafíos más serios de la mayor economía de la región: cómo asegurar que la productividad comience a ponerse al día con el brusco aumento en el valor de la moneda, el real, durante la última década.
Otra de las fuentes de impulso podría llegar del ambicioso programa de infraestructura que anunció en octubre la presidenta Dilma Rousseff, que si entrega los incentivos apropiados a los inversionistas privados, podría no sólo elevar las perspectivas de expansión de 2013, sino que de los próximos años.
Morgan Stanley estima un crecimiento de 2,9% para la región el próximo ejercicio. Perú liderará con un 5,5% de expansión, seguido por Colombia (4,4%) y Chile (4,2%). El Producto Interno Bruto de Brasil crecería 2,8%, mientras que Argentina exhibiría un exiguo 0,5%.
Un poco más optimistas
Los economistas de Standard Chartered también expresaron su optimismo por México en su informe de perspectivas globales para 2013 “Global Focus”.
Según los analistas, el país norteamericano debería beneficiarse de las nuevas reformas y de la recuperación de Estados Unidos. También son más optimistas respecto de Brasil, que debería repuntar después de dos años de débil desempeño, a medida que el estímulo fiscal y monetario impulsa el crecimiento hacia su potencial. La demanda doméstica, por su parte, debería permanecer robusta.
De Chile, el banco destaca que la economía nacional ha sobrellevado bastante bien la desaceleración global, y debería mantener el desempeño sólido el próximo año.
Colombia debería ser una de las economías de mayor crecimiento de la región, gracias a una expansión impresionante de la inversión fija, una mejora en el nivel de manufacturas, un crecimiento robusto del crédito y un auge en la minería y la energía, explica el informe. La inversión extranjera directa, en tanto, debería mantenerse sólida, gracias al interés en los recursos naturales.
En lo que se refiere a Perú, los economistas auguran que la demanda doméstica -liderada por el consumo y la inversión pública y privada- seguirá impulsando la actividad.
Respecto de Argentina, los expertos apuntan a que la economía parece haber alcanzado un punto crítico, estancándose después de varios años de crecimiento impresionante. La política heterodoxa del gobierno está dañando la inversión, argumentan, mientras que los estrictos controles de capital han afectado la actividad.
Standard Chartered estima un crecimiento de 5,7% para Perú, seguido por Chile (4,8%,) Colombia (4,8%), Brasil (4,1%) y Argentina (3%).