James Bullard, presidente de la Fed de San Louis, y sus homólogos de Dallas y Cleveland, Richard Fisher y Sandra Pinalto, coincidoen a la hora de señalar que la Reserva Federal (Fed) no prepara nuevas medidas de estímulo de cara a su reunión mensual de junio.
Los funcionarios estadounidenses consideran que el deterioro económico del país en las últimas semanas no es lo suficientemente grave como para que el banco central actúe de nuevo.
"El panorama para 2012 no ha cambiado significativamente hasta ahora", apuntó Bullard durante su intervención en una conferencia celebrada en San Louis. En opinión del funcionario estadounidense, uno de los miembros más moderados del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) de la Fed, "un cambio en la política monetaria de Estados Unidos en esta coyuntura no alterará la situación en Europa".
Según ha explicado Bullard, el interés de los inversores por buscar refugio en bonos del tesoro estadounidense para protegerse de la crisis de deuda europea ha llevado al bono al diez años de EEUU a mínimos históricos –el viernes cayó al 1,44% y hoy sube al 1,57%-, lo que da margen a la Fed.
"Una estrategia posible es simplemente embolsarse los menores rendimientos y seguir esperando para ver qué pasa con el panorama económico de EEUU", señaló el funcionario.
Debe haber resistencia
En la misma línea se ha manifestado recientemente Richard Fisher, uno de los halcones de la Fed respecto a la inflación, que en su última comparecencia pública en Escocia apuntó que el banco central de EEUU debe resistirse a solucionar los problemas económicos con nuevos estímulos monetarios. "A menos que haya una implosión, no puedo apoyar otro alivio cuantitativo", aseguró el funcionario.
Días antes, la responsable de la Fed de Cleveland mostraba una postura similar a la de sus compañeros de San Luis, Dallas. Tras los decepcionantes datos de empleo de mayo, mes en el que EEUU creó menos puestos de trabajo de los previstos y vio cómo su tasa de paro aumentaba hasta el 8,2%, Sandra Pianalto aseguró que la debilidad del mercado laboral no implicaba una respuesta de la Fed en términos de política monetaria.
El banco central estadounidense presidido por Ben Bernanke celebrará su reunión mensual de dos días los próximos 19 y 20 de junio. Las declaraciones de Bullard, Fisher y Pinalto indican que los miembros del FOMC no están pensando en flexibilizar aún más la política monetaria de la Fed.
En su cita de mayo el regulador estadounidense reiteró su intención de dejar los tipos de interés en su actual rango de entre el 0,25% y el 0% hasta finales de 2014. Las tasas de EEUU se encuentran en este nivel de mínimos desde diciembre de 2008 y desde entonces la Fed ha comprado bonos a largo plazo por valor de US$ 2,3 billones.