Los males de Chávez cambian la escena política de Venezuela
La enfermedad de Chávez, pese a su regreso de Cuba, envalentonará a la oposición y alimentará incertidumbre respecto de las elecciones de 2012.
Por: Equipo DF
Publicado: Martes 5 de julio de 2011 a las 05:00 hrs.
El anuncio de que el presidente Hugo Chávez estuvo en tratamiento por cáncer en Cuba durante las últimas semanas sacudió la escena política de Venezuela y envalentonó a la oposición. El sorpresivo retorno de Chávez a Caracas el 4 de julio, cuando se esperaba que siguiera en La Habana convaleciendo por un período de tiempo indefinido, probablemente buscó poner fin al debate rampante acerca de su capacidad de gobernar (y la legalidad de hacerlo desde fuera). No obstante, aún es probable que su enfermedad, y la falta de detalles acerca de ella, alimente la incertidumbre política y cuestionamientos a sus perspectivas de una reelección fácil en 2012.
Luego de tres semanas de tratamiento en Cuba, Chávez confirmó el 30 de junio a través de la televisión estatal que había sido operado de un tumor canceroso. Esto despertó preguntas no sólo respecto de su verdadero estado de salud (antes había dicho que se trataba de un absceso abdominal) sino también respecto de quién en su administración sabía (o no) de la enfermedad, y si podía legalmente gobernar el país desde el extranjero. El 2 de julio, el vicepresidente Elías Jaua respondió a la última pregunta diciendo en una entrevista que no tenía planes para reemplazar a Chávez, ni siquiera temporalmente, y que la ley le permitía gobernar hasta por seis meses desde fuera del país.
La constitución venezolana no parece clara sobre este punto, y la interpretación de Jaua causó controversia. Sin embargo, dado el dominio de Chávez y sus aliados sobre la Asamblea Nacional, las fuerzas armadas y el poder judicial, es improbable que haya un desafío legal exitoso a esta interpretación de la ley.
De cualquier modo, esta discusión fue silenciada temporalmente por el inesperado regreso del presidente a Venezuela. Su ausencia daba armas a la oposición, impulsando su confianza. También inquietaba a sus seguidores y ponía tensión sobre su dividido Partido Socialista Unido de Venezuela. No está claro si se someterá a tratamiento en Venezuela o volverá a Cuba.
Grandes preguntas
La enfermedad de Chávez y su ausencia de tres semanas habían despertado temor a un posible vacío doméstico, ya que él es por mucho la figura más poderosa de su gobierno, su partido y su país. Autoridades militares y de gobierno insistieron en que seguía al mando desde La Habana. Pero, se vio obligado a cancelar una reunión de líderes sudamericanos programada en Caracas el 5 de julio, Día de la Independencia de Venezuela.
Si su estadía en Cuba se hubiera prolongado, habría preguntas más serias acerca de la dirección de la política y de quién dirigiría el país. No se cree que haya nadie en el círculo interno de Chávez con un nivel de carisma o habilidad política comparable para liderar el partido o el gobierno en lugar de Chávez. Al final, Chávez asistirá en casa a las celebraciones del Día de la Independencia y puso fin al debate sobre su ausencia, al menos por el momento.
Nuevo campo de juego
No obstante, para la oposición, el campo de juego electoral ha cambiado. Tratará de explotar la situación subrayando problemas con su salud y sus políticas, y de reforzar sus propias probabilidades de ganar en las elecciones del próximo año. Los partidos de oposición ganaron un número significativo de escaños en la Asamblea Nacional en las elecciones legislativas de octubre (aunque el gobernante PSUV aún tiene 94 de los 165 asientos) y se esfuerzan por superar las divisiones para unirse tras un candidato presidencial único. Hasta la fecha, dos políticos de derecha han anunciado su intención de competir en las primarias organizadas por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
La salud de Chávez y otras dificultades podrían mejorar las posibilidades de la oposición. La administración ha enfrentado una serie de problemas en los últimos meses, incluyendo una serie de extendidos apagones que han provocado nuevas medidas de racionamiento de energía. También crece el descontento por la gestión económica del gobierno, visible en la alta inflación, la escasez de productos y estrictos controles cambiarios.
Más aún, según una fuente no oficial, el Observatorio Social, una iniciativa del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), entre enero y mayo hubo un promedio de 14 manifestaciones callejeras diarias, con la falta de viviendas y aumento de la delincuencia entre las mayores quejas. En una de las protestas recientes más visibles, personas que perdieron sus viviendas en las inundaciones de diciembre de 2010 y que han estado albergadas en un edificio de estacionamientos en el centro de Caracas protagonizaron una manifestación el 2 de junio. La protesta no fue sólo por las pobres condiciones del refugio estatal, sino también por los planes de reubicarlos en el estado costero de Vargas, lejos de sus viviendas originales y en tierras que aseguran que es igual de propensa a los desastres. Entretanto, la gran Misión Nacional de Vivienda, lanzada en abril con la meta de construir 150 mil nuevas viviendas este año, ya está sufriendo demoras.
Los problemas de la administración han sido agravados por recientes huelgas de presos, que comenzaron como una batalla entre bandas rivales, en el complejo penal El Rodeo. Por último, aunque el presidente sigue siendo popular, tras doce años en el poder un número significativo de votantes ha manifestado su apoyo a la alternancia en el poder.
Político formidable
Pese a estos problemas, Chávez es un político formidable al que será difícil sacar de la presidencia. Él tiene la capacidad de reforzar su posición aumentando el gasto social antes de la elección y manipulando las instituciones judiciales del país para limitar el alcance de la oposición (varios líderes opositores han enfrentado acoso legal del gobierno en años recientes, afectando su atractivo).
Pero su enfermedad podría cambiar el equilibrio de poder y sus perspectivas electorales. La primaria de la MUD está programada para febrero de 2012 y Henrique Capriles o Pablo Pérez, gobernadores de los populosos estados de Miranda y Zulia, respectivamente, parecen los candidatos más probables a la nominación opositora. Bien considerado por los segmentos de menores ingresos de la población, Capriles podría ser la mayor amenaza para Chávez.
La Economist Intelligence Unit asume hace tiempo que Chávez podrá superar posibles desafíos para ganar un nuevo mandato. Pero los eventos recientes ameritan una observación cuidadosa para ver si el panorama cambiará de modo dramático. Si su salud se deteriora, la oposición tendrá un espacio con el que podría no haber soñado – pero sólo si evita las luchas internas entre sus múltiples facciones y sigue unida.
Por otra parte, si Chávez se recupera con rapidez, podría retener su considerable autoridad y consolidar su base de apoyo mientras se beneficia de un repunte en la simpatía popular. Como con todos los pacientes de cáncer, habrá dudas sobre su salud y esto avivará la incertidumbre política en el año antes de las elecciones. Con esto, Chávez podría no tener el recorrido tranquilo al que está acostumbrado.