por sebastián valdenegro
La situación financiera de Cruzados, la sociedad anónima deportiva que gestiona el club de fútbol Universidad Católica, genera preocupación al interior de la concesionaria.
La entidad anotó pérdidas por más de $ 740 millones el año pasado, cerrando el cuarto ejercicio consecutivo con números rojos, tras la conversión del club a sociedad anónima en septiembre de 2009 y su apertura a bolsa en diciembre del mismo año.
En este contexto, Cruzados está analizando modificar el acuerdo suscrito con la Fundación Club Deportivo Universidad Católica, para ordenar las finanzas de la entidad. ¿Hacia dónde apuntan los cambios? Modificar una de las condiciones del vínculo que establece que la concesionaria debe cancelar el 1% de sus ingresos brutos anuales -a todo evento- a la fundación, lo que, señalan al interior de la SADP, merma las finanzas de la sociedad anónima.
En cambio, la propuesta iría en el sentido de que en vez de ingresos brutos, Cruzados pagara a la fundación el 1% de sus utilidades anuales, quitando presión a las arcas de la institución.
El director de Cruzados, Juan Tagle, señala que “obviamente” hay diversos aspectos del vínculo que podrían mejorarse y explica que hay “varias” propuestas sobre la revisión del contrato de concesión “para tratar de buscar algunos ajustes que puedan permitir mejorar la situación financiera y de caja de Cruzados”.
“La situación de Cruzados no ha sido fácil desde el punto de vista económico. Además, nos enfrentamos a dos rivales que tienen una situación patrimonial mayor (Blanco y Negro y Azul Azul) y por nuestro lado los hinchas quieren resultados y eso requiere inversiones”, argumenta.
Asimismo, Tagle reconoce que la propuesta debe generar consenso al interior de la mesa, ya que “los contratos no se pueden romper ni modificar unilateralmente”.
“Nosotros esperamos que la fundación tenga una buena disposición a eso. Como mencionó el presidente (Jaime Estévez), se han hecho algunos ajustes en esa materia y en los que efectivamente se puede trabajar”, comenta el directivo.
El timonel de la concesionaria, Jaime Estévez, fue más cauto y señaló que “siempre estamos disponibles naturalmente para ver las materias contractuales, hay varios aspectos del contrato que somos libres de poner fin, como por ejemplo el arriendo del estadio, pero tendríamos que irnos a otro. Aunque siempre estamos abiertos a cualquier conversación que sea de beneficio para el club”.
Condiciones del convenio
La fundación, que posee el 20% de los papeles de Cruzados, tiene derecho a elegir a dos directores en la mesa de la concesionaria, quienes tendrán derecho a veto sobre las decisiones tomadas en junta extraordinaria de accionistas que apunten a la modificación de los estatutos sociales.
Además, la concesionaria deberá pagar a la fundación un arriendo por el uso del complejo de San Carlos de Apoquindo, donde el equipo entrena y disputa sus encuentros.