A tres meses del cierre de año índices mundiales están en rojo

Terminó septiembre y el balance de lo que va del año para los mercados mundiales no es positivo.

Las razones son varias. Entre ellas, la volatilidad en las bolsas generada por las dudas sobre el crecimiento mundial, especialmente con China, generando que la mayoría de las plazas cerrara al noveno mes del año en números rojos.

Wall Street no ha estado ajeno a esto y el Dow Jones acumula una caída de 8,63%, mientras que el S&P 500 cae 6,74% y el Nasdaq 2,45% en estos primeros nueve meses.

Todo lo anterior ha llevado a que en las últimas semanas bancos de inversión como Goldman Sachs, Bank of America-Merrill Lynch, Credit Suisse, RBC y Deutsche Bank hayan revisado a la baja las proyecciones de la bolsa neoyorquina.

El principal objetivo de recorte de estas entidades es el S&P, el que indican cerrará el año entorno a los 2.100 puntos, lo que supone que el índice subirá en 2015 apenas un 2%.

Según una serie histórica que se remonta a 1950, las semanas número 38, 39 y 40 del año, coincidentes con el mes de septiembre, están entre las más bajistas de todo el año para la bolsa de Nueva York, y esta vez no fue la excepción, ya que durante el mencionado mes todos los indicadores cayeron.

Europa: su trimestre más bajo en cuatro años

La volatilidad ha sido generaliza y en el viejo continente hay que sumarle los problemas en Grecia que aumentaron las dudas en materia de renta variable en ciertos momentos.

Por ello el Euro Stoxx, indicador que reúne a los principales papeles de Europa, perdió 1,45%. Mientras que bolsas como las de Londres, la de Frankfurt y de Madrid muestran pérdidas de 7%, 1,5% y 7%, respectivamente.

Además, con estas caídas dichas plazas muestran su peor tercer trimestre desde el año 2011.

China en su peor nivel desde 2008

Algo parecido ocurrió en la bolsa de Shanghai, la que completó su trimestre más negro desde 2008.
China ha sido uno de los principales detonantes del correctivo sufrido desde mediados de junio en la renta variable mundial. Después del rally con el que comenzó el año la Bolsa de Shanghai, la desaceleración en la economía del gigante asiático disparó las alertas sobre el estallido de una burbuja bursátil.

Los continuos desplomes en la renta variable china obligaron a la suspensión masiva de cotizaciones en un intento por poner freno a la desbandada de los inversores. Los estímulos monetarios introducidos por el Banco Central del gigante y la devaluación del yuan tampoco lograron cortar la espiral bajista.

Por lo anterior, la plaza bursátil muestra una baja en el año que llega a 5,6%.

Otros indicadores del continente asiático también han reflejado un mal año, con el Nikkei cayendo 0,3% y el Hang Seng perdiendo 11,6%.

Todo lo anterior se ha traducido en que el MSCI World, cayó 9,3% en los tres primeros trimestres del año.