Que el mercado financiero chileno es de los más avanzados de la región, y que el resto de los países latinoamericanos nos miran como un ejemplo de mercado sofisticado.
Ésas son sólo algunas de las opiniones a las que nos hemos acostumbrado a recibir desde el extranjero, gracias a las consistentes mejoras y avances que se han introducido en el sistema, modernizando las operaciones, garantizando la transparencia y cumplimiento de las normas del mercado.
Sin embargo, hay una forma de operar en la Bolsa de Comercio de Santiago (BCS) que es cualquier cosa menos “sofisticada”: las transacciones que se hacen en la rueda física. Incluso, varios corredores consultados aseguraban que la normativa no lo permitía. Pero la verdad es que sí, lo permite (ver recuadro).
De hecho, es una modalidad usada con frecuencia por algunas corredoras de bolsa, que ya acumula -en lo que va del año-, montos negociados de unos US$ 70 millones.
Sólo durante la semana pasada se hicieron operaciones por casi US$ 13 millones, e incluso el viernes las acciones de Paz se convirtieron en las más transadas gracias a dos transacciones realizadas físicamente en la rueda, por poco menos de US$ 7 millones.
El tamaño no importa: pueden ser por montos inferiores a los $ 10 millones, hasta operaciones que superan los $ 3.000 millones, independiente de que se trate de acciones líquidas o no.
Al ser consultada la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) por esta situación y los resguardos que deben tomar las corredoras, respondieron que “independiente del sistema transaccional que se emplee, siempre se deben cumplir los principios y requisitos establecidos por normativa y que tienen por objeto la mejor ejecución de las órdenes de clientes. La SVS está permanentemente analizando la necesidad de perfeccionar su normativa, o la de las bolsas, de ser necesario”.
Por otro lado, al ser consultados respecto de si es “lo ideal” que estas operaciones en rueda fisica se sigan realizando, y si se espera avanzar en su análisis, desde el regulador declinaron responder.
Cabe recordar que la BCS se encuentra a la espera -desde 2014-, de que la SVS apruebe su manual de autorregulación, en el que propone terminar con la negociación del Pregón en Rueda; perfeccionar el procedimiento de los remates martilleros; entre otros puntos.
Por qué se hacen
Estas operaciones que se llevan a cabo en la sala central de la Bolsa de Comercio de Santiago son las mismas que algunos recuerdan con nostalgia, cuando las ruedas de operaciones a veces parecían un hervidero de corredores, quienes debían gritar a viva voz sus órdenes.
Pero ahora el panorama es radicalmente distinto, ya que lo usual es que la sala de la rueda se encuentre vacía -salvo por el administrador de la BCS, que está ahí de punto fijo-, salvo estas contadas excepciones.
Pero, ¿por qué se hacen? Desde el mercado explican que muchas veces se deben concretar con el objetivo de reducir los riesgos de interferencia, “especialmente cuando hay clientes complicados (problemáticos)”, dice el gerente de una corredora.
Mientras, desde otra intermediaria manifiestan que obedece también a la falta de modernización del mercado por parte de las mismas plazas y el regulador. Un ejemplo son las transacciones en la rueda física con condición PM (pagadero mañana), que corresponden -por lo general-, a remanentes de operaciones al cierre (Market on Close) y que no se pudieron completar el día anterior. “Dado que en Chile no existe un “after market” o la opción de hacer un registro de operaciones después del cierre -como en la mayoría de los mercados del mundo-, tenemos que ejecutar la operación al día siguiente y PM para que calce la liquidación”, comenta un corredor.
Fuentes de la industria además indican que estas transacciones, generalmente, se hacen por la Bolsa Electrónica de Comercio (BEC), con el fin de minimizar el riesgo de interferencia, “pero se están haciendo en la rueda de la BCS hacerlo en la BEC aumenta los costos”.
el reglamento de 1986
El artículo 125 del reglamento de la Bolsa de Comercio de Santiago del año 1986 y actualizado parcialmente en 2004 -y que aún está vigente-, establece que todas las órdenes que tiene que ejecutar las corredoras "deberán ser llevadas para su ejecución a la rueda, debiendo ser programadas a viva voz", señalando las características de las órdenes.
Mientras, otro artículo, que habla de las normas de las ofertas, indica que si dos personas ofrecen simultáneamente una operación, "una de las cuales lo haya hecho por signos y la otra por alta voz, tendrá preferencia esta última".
Además, durante las ruedas no podrán tratarse asuntos ajenos a los negocios y no podrán establecerse discusiones en alta voz que interrumpan o perturben el orden de las transacciones.
Otro de los puntos considera que si una operación supera el 10% respecto de la última transacción, la operación quedará firme "solamente si transcurridos cinco minutos no hubiere una oferta mejor".