Reino Unido rechazó revelar el resultado de la prueba de
estrés realizada a RBS y a Lloyds (entidades en las que controla un 70% y un
43,5%, respectivamente) ya que su resultado "incrementaría la
incertidumbre a largo plazo".
La noticia se conoce tres días después de que se especulara
con la venta de estas participaciones por parte del Gobierno.
Reino Unido inició el martes un sondeo entre fondos
soberanos y otros inversores para vender sus participaciones en los bancos, en
un intento por restablecer la confianza del mercado en el sector financiero.
Y precisamente este es el motivo al que se acoge para
indicar que niega revelar los resultados pruebas de estrés a las que ha
sometido a sus bancos, dos semanas después de que la Reserva Federal de
Estados Unidos determinase que 10 bancos estadounidenses tienen carencias de
capital por un importe de hasta 74.600 millones dólares.
"La publicación de esta información podría incrementar
la inestabilidad y forzar la intervención del Gobierno británico en el sistema
financiero del país", ha sido la respuesta que el Tesoro ha dado a
Bloomberg. Todo se resume en que "creará más incertidumbre a largo
plazo", según explica el demócrata liberal y portavoz del Tesoro Vince
Cable. "Necesitamos un sistema tan abierto y transparente como en Estados
Unidos", agregó.