La agencia de medición de riesgos Standard &
Poor's mantuvo estable ("AA"/"A-1") con perspectiva negativa la calificación sobre Santander y BBVA, por su resistencia a la crisis
global, en particular en unos mercados internos muy deteriorados.
En su nota, S&P aclaró que el mantenimiento de la perspectiva
negativa obedece a la mala situación global, que afecta especialmente a
los mercados locales de ambas entidades.
Asimismo, el informe dió a entender que la calificación de los dos
bancos se vería afectada por una hipotética rebaja de España.
Según la analista de crédito de S&P Angela Cruz, Santander y BBVA
han capeado relativamente bien la crisis financiera global no sólo en
estos mercados internos sino en otras áreas geográficas en las que
desarrollan gran parte de su negocio.
De acuerdo con el informe, ambos bancos deben hacer frente a las
dificultades que presenta la recuperación del crecimiento económico en
sus principales áreas de negocio, al duro ajuste del sector inmobiliario
en mercados claves (España, Reino Unido, Estados Unidos) y a la
volatilidad de unos mercados de capitales que padecen frecuentes
episodios de falta de liquidez.
Por lo que respecta al Santander -dentro de la calificación se
incluyen todas sus filiales- S&P mantuvo su nota debido al sólido
perfil de su negocio, a su diversificación geográfica, a su cuota de
mercado en zonas clave y a su "bien ejecutada estrategia".
En cuanto al BBVA, el informe de S&P destacó la validez de su
estrategia, "conservadora", que le permitirá diversificar sus riesgos y
mantener bajo control sus activos problemáticos y las dificultades de
financiaciamiento.
Ninguna de las dos entidades tendrá que acudir a la ayuda del estado,
aunque ambas representan una parte sustancial del sistema financiero
español, un mercado regulado con fácil acceso a medidas extraordinarias
de liquidez como las acordadas por el Banco Central Europeo (BCE).