Señor Director:
El prolongado deterioro de la economía chilena, el fuerte incremento en el alza de costos, un dólar e inflación alta, una fuerte incertidumbre marcada por el interminable proceso constitucional y una paupérrima gestión del Gobierno, están teniendo un efecto directo en la crisis que atraviesa actualmente el transporte de carga, golpeando a las empresas del sector, muchas de ellas PYME, y a los trabajadores de este rubro.
El escuálido rendimiento de la economía nacional se ha traducido en una caída importante de la demanda para nuestro sector, que en algunas regiones, como Valparaíso, ha significado una caída del 40% en las ventas.
Y es que esta actividad forma parte de un encadenamiento productivo que depende también del comportamiento de otros sectores, como la minería, salmonicultura, construcción y la agricultura que también viven un momento complejo. Situación que se agrava por un Gobierno que ha demostrado ser incapaz de generar las condiciones adecuadas y la confianza necesaria para alentar la reactivación de la economía. Al contrario, esta administración ahuyenta la inversión.
Por donde se mire, el panorama para nuestro sector y para Chile es desolador, cuestión que nos están llevando a evaluar medidas más de fondo para exigir al Ejecutivo que reaccione y revierta este magro escenario en los dos años y fracción que le quedan de gestión.
Sergio Pérez
Presidente Confederación Nacional de Transporte de Carga