CAMBIO DE MANDO EN ARGENTINA

Los nuevos rumbos de Norte Sur

Los empresarios Daniel Mas y Aníbal Correa compartirán el control y realizarán un completo cambio de estrategia. Su histórico inversionista, Vicente Caruz, prepara su salida definitiva y el mercado apuesta por nuevos cambios en abril de 2020.

Por: Fernando Vega | Publicado: Viernes 4 de octubre de 2019 a las 04:00 hrs.
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Fue la compra de 2.909 acciones la que terminó por equilibrar los poderes. Y de paso, reconfiguró a Norte Sur. El 23 de agosto pasado, el empresario serenense Daniel Mas Valdés compró el 0,03% de la firma, alcanzando el 27,24%. Desde ese día, que la sociedad es controlada en partes iguales por él y Aníbal Correa, otro histórico de ese grupo que por décadas manejó el Banco del Desarrollo, colegios, inmobiliarias y clínicas.

Con el 54,48% en sus manos, ambas partes terminaron hace algunas semanas por tomar el poder de la firma. Ya lo tenían, a través de un pacto de actuación conjunta de 2015, pero con esta última transacción, la dupla Mas-Correa quedó en igualdad de condiciones.

La operación es la antesala de una reconfiguración casi total que se avecina para el primer semestre de 2020. Abril del próximo año es el plazo que Vicente Caruz, uno de los accionistas históricos de la firma y quizá su principal rostro, se dio para terminar de vender sus acciones, aseguran cercanos consultados por DF. Hoy le queda poco menos del 4% y su decisión de salida sería definitiva.

Pero además, en abril de 2020 Mas y Correa deberán anunciar si siguen o no actuando conjuntamente. Hasta ahora, todo indica que sí, dicen fuentes conocedoras de las conversaciones.

Todo eso, en medio de los nuevos vientos que soplan en materia de negocios. Hoy Norte Sur es una sociedad de inversiones esencialmente financiera y agrícola concentrada en dos empresas: Incofin y NS Agro, sus dos áreas más rentables.

Todos sus demás negocios tienen colgado el cartel de “Se Vende”: Norte Sur decidió salir de todos los activos que ya no considera estratégicos. Y bajo esa nueva directriz fue que ya vendieron algunos colegios, terminaron de desprenderse por completo de las clínicas y centros médicos y están enajenando algunos activos inmobiliarios, que es otra de sus áreas más fuertes. De hecho, en julio pasado, la familia Armas, les compró la Inmobiliaria Lircay que opera en el segmento de las viviendas de precios medios en el sur del país.

Operación empate

Hasta mediados de este año, Daniel Mas y Aníbal Correa tenían el 26,8% de Norte Sur cada uno. Pero, una serie de pequeñas y sucesivas compras por parte del segundo, hizo que su participación se elevara hasta el 27,2% que mantiene hasta ahora. Entonces, Mas (48) respondió con operaciones similares, hasta quedar empatados.

La mayoría de las compras del consejero de la Sofofa y también presidente de la Corporación Industrial de Desarrollo (Cidere) de Coquimbo y corredor de rally fueron realizadas en agosto pasado. Pasito a pasito, Mas fue sumando pequeñas participaciones. El 1 de agosto consolidó en una misma sociedad los papeles que tenía repartidos en Inversiones San Carlos y Ecoingeniería Eficiencia Energética. Así, Inversiones Compas SpA quedó con el 27,21%.

Dos semanas después, ese mismo vehículo de inversión adquirió 136 acciones, subiendo a 27,23% y así sucesivamente hasta que el 23 de agosto alcanzó el 27,24%.

Claro que entre medio otro importante accionista, también histórico del grupo, Maximiliano Poblete compró un 5% de la propiedad de la firma a Vicente Caruz, quedando con el 21,24%. Después y también mediante pequeñas transacciones, su participación fue subiendo hasta alcanzar el 23,87%.

Con la venta del 5% de Caruz, solo quedan tres grandes accionistas en la firma: Mas, Correa y Poblete que en conjunto manejan el 78%. Fuentes conocedoras dicen que abril de 2020 también será clave para definir si Poblete se une al pacto controlador. “Todas las posibilidades están abiertas”, reconoce un ejecutivo del grupo.

Las compras en pequeños montos se debieron a que Norte Sur es una sociedad que si bien mantiene grandes inversionistas, posee al menos otros 1.000 más, que en abril podrían ser clave para cualquier operación.

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Las acciones de Caruz

Lo cierto, reconocen en el grupo, es que durante los últimos seis años, Norte Sur se convirtió en un escenario de enfrentamiento permanente entre sus socios. Nadie recuerda bien cuál fue la chispa que encendió la mecha, pero las distintas versiones apuntan a que tras las reformas educacionales de la última década dejó de tener sentido para algunos de sus accionistas principales seguir con los colegios y los centros médicos. "Una red educacional tiene mucho que ver con una visión en que poseer un banco, colegios y área de salud se justifican cuando un país está recién emergiendo. Además, todas esas actividades tienen un riesgo reputacional muy alto", explica un exdirector de la entidad.
Este diagnóstico en todo caso habría sido una de las razones por las cuales Vicente Caruz comenzó a planear su salida. Hasta mediados de 2013, el empresario controlaba el holding con el 30% de la propiedad. Entonces, Mas y Correa suscribieron un pacto de actuación conjunta con el fin de dar el golpe de timón que a su juicio necesitaba el grupo.
Hasta fines de 2018, Caruz ya había vendido dos tercios de su participación. Le quedaba sólo el 10%. En enero de 2019 enajenó la mitad de ese paquete a Poblete y según los registros de la CMF al 30 de septiembre, ahora tendría en torno al 4%. Cercanos aseguran que va en el 3%.
Con la liquidez conseguida, Caruz creó Redes y Desarrollos S.A., o "su propia Norte Sur", como dicen en el mercado. Eso, porque entre sus accionistas figuran algunos exaccionistas de esa firma y varios fondos de inversión europeos.

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